Este jueves se cumplen 50 días del operativo censal. Por un día de trabajo, se ofrecían $6.000 en la mayoría de los casos (en los menos, $50.000), que tentaban con su aparentemente liviana contraprestación. Sin embargo, hace unos días se siente la protesta de los reclutados para el Censo, por no haber cobrado el trabajo que hicieron para el Indec el 18 de mayo.
Bajo el #paguenElCenso, en las quejas también sobresale la referencia a cierto destrato (“ni un café”, “ni algo de comer”), algo desparejo entre las jurisdicciones. Porque, conviene remarcarlo para entender el tema “pagos”, el Indec manejó el trazo grueso del censo, pero la puesta en práctica, la bajada a tierra del operativo dependió de las direcciones provinciales de estadística.
Teniendo en cuenta esto último, no hay ni habrá un único día de pago. Algunas personas quizás cobren esta semana. Muchas otras, no, detalla Clarín.
Un censo con inflación
Buena parte de la irritación tiene que ver con la inflación. Si bien el propio Indec informará a mediados de este mes la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio, el dato seguramente iguale o supere el de mayo, lo que, cuando se cumplan dos meses, redundará en una pérdida del poder adquisitivo del 10%.
No es poco para quienes, como Karina, precisaban ese dinero cuanto antes. Es una de las 750.000 personas que trabajaron el 18 de mayo para concluir, por ejemplo, que los argentinos somos 47,3 millones de personas. “Me anoté por necesidad”, resumió.
Tiene 44 años. Es auxiliar de enfermería, pero no trabaja full time porque está sola a cargo de su hija y de su padre, el cual tiene 90 años y está postrado con cáncer. “Te da bronca. Iban a pagar los primeros días de junio. Yo pensé, tipo el 10 o el 15″.
Con un hilo de voz, agregó: “Uno lo hace para sumar. Le dijimos a la coordinadora, pero se lavó las manos. Dijo que está como nosotros. No tenemos ni un mensaje, ni nada. Estamos en el aire”.
Fecha de cobro del Censo 2022
Muchos aseguran que la fecha nunca les fue informada. Parece por lo menos injusto, considerando las exigencias del puesto: puntualidad, rapidez y precisión.
Unas mellizas adolescentes que en esta ronda fueron censistas urbanas dijeron que, según les habían informado, no cobrarían antes de los 60 días corridos. No se mencionó una fecha específica, pero si fuera así, habría tiempo hasta el 18 de julio.
Lo mismo, un Jefe de Fracción (el puesto más alto de la estructura censal). Por Whatsapp le informaron desde la Ciudad de Buenos Aires (la jurisdicción para la que trabajó) que estimaban que los censistas cobrarían esta semana. Pero no todos: una primera tanda de más de 51.000 personas.
Qué dice el INDEC sobre los pagos
El 16 de junio, el mismo día en que salió en el Boletín Oficial la última modificación del presupuesto nacional con un párrafo, entre los “considerandos”, que asentaba la necesidad de prever para “el Indec (...) los créditos necesarios para continuar con las actividades propias del censo”, el propio Instituto mandó, a las 4 de la tarde, un mail a todos los censistas.
Lo más importante está en los primeros párrafos: explicaban que estaban trabajando con las provincias para completar el circuito administrativo y depositar con rapidez, y aseguraban que contaban con los fondos para abonarle a todas las personas que realizaron las tareas censales y (sic) “que no se demorará el pago”.
Por lo pronto, desde el Indec informaron a Clarín que “ya se firmaron las resoluciones y las órdenes de pago”, y que “el Banco de la Nación Argentina está haciendo algunas transferencias, y otras órdenes están en Tesorería General de la Nación, que tiene que dar la orden final para que el Banco Nación pueda transferir”.
Sin embargo, no hay una fecha específica de cobro porque el Indec no maneja la totalidad del proceso, que en parte está en manos de las jurisdicciones.
Asimismo, se ponen de relieve las singularidades jurisdiccionales que generan un escenario nacional desparejo: mientras provincias como San Luis, Salta, Catamarca y Tucumán ya empezaron a pagar, la mayor parte del país no lo hizo.
Desde el Indec se esboza un pedido de comprensión: “Son 750.000 personas a las que hay que pagarles y previo el pago se debía certificar el cumplimiento de las tareas para asegurar el pago a las personas que correspondan. Ya hay censistas que han recibido el pago, pero no deja de ser una cantidad enorme que se tiene que habilitar”.
CBU y no CVU
Según explicó una fuente oficial, uno de los grandes problemas fue que muchos censistas no tenían cuenta bancaria y, por lo tanto, CBU (por ser, por ejemplo, muy jóvenes), o sencillamente se equivocaron e informaron el número de su billetera virtual (CVU), lo que habría hecho mucho más engorroso el ida y vuelta.
Esa demora hizo que en algunos casos recién el jueves 30 el Indec mandara las planillas a la jurisdicción (ya revisadas por el organismo), para la rectificación final.
Ese ida y vuelta precedió la segunda parte del trámite administrativo, que es el punto en el que están ahora los pagos, y que consiste en que el Indec informe al Banco Nación a quiénes hay que transferir qué montos.
El Banco, entonces, debe pedir autorización a Tesorería General de la Nación para girar el dinero.
Una vez que Tesorería autoriza, el Banco finalmente hace los giros. El cobro sale en cuestión de horas, a medida que, por tandas, todo se va destrabando.