Gonzalo Aliaga es hermano de Diego, el asesinado despachante de aduana, cuyo caso abrió la caja de Pandora que terminó en la imputación del juez federal Walter Bento como jefe de una asociación ilícita.
Gonzalo Aliaga declaró esta tarde como testigo ante el Tribunal Oral Federal 2, conformado por las juezas Gretel Diamante, María Carolina Pereira y Eliana Rattá, en el juicio oral contra el magistrado. El testimonio fue sobre vehículos de alta gama y propiedades que pasaron por las manos de su hermano asesinado y charlas sobre esos bienes que quedaron en el recuerdo del testigo.
El relato tuvo referencias sutiles sobre los vínculos de la víctima, esos bienes y tres de los acusados de integrar la asociación ilícita que encabezaba el juez Federal. Gonzalo Aliaga confirmó los vínculos con Bento, Luciano Ortego y Jaime Alba.
Las consultas del fiscal Dante Vega arrancaron por una camioneta SUV Porsche Cayenne, de la que Gonzalo Aliaga dijo no recordar cuando compró su hermano y que al momento en que Diego fue secuestrado estaba rota, depositada en un conocido taller mecánico.
Esa SUV de alta gama fue parte de un incidente que removió los dolorosos recuerdos del secuestro, porque Gonzalo y su familia suponían que el secuestrado podría haber escondido dinero en el vehículo que podría haber servido para pagar el rescate de quién a la postre terminó asesinado.
También las consultas se dirigieron hacia un auto deportivo de lujo, un Chevrolet Camaro: “lo ví en la casa de mi hermano y en Rodeo (un terreno de la familia Aliaga en Rodeo de la Cruz dondem fue secuestrado Diego) estuvo estacionado como un mes... fue por un préstamo a una persona que le entregó el auto de garantía”, recordó Aliaga ante el tribunal.
También hubo consultas sobre un Jeep Wrangler; Aliaga informó que “lo tengo yo es un arreglo que hice yo con mi hermano”.
Ante las quejas de los abogados defensores sobre la pertinencia de la declaración acerca de autos lujosos, la fiscal Gloria André respondió que “el titular del Camaro es Gregorio Bernal y Gregorio Bernal vino a declarar en la causa de Bardinella... y el titular del Jeep Wrangler es Marcos Calderón, Marcos Calderón es un arrepentido de esta causa que ha reconocido que pagó un cohecho para obtener su libertad”.
Walter Bardinella Donoso, que figuró como dueño del Chevrolet Camaro, fue condenado por ser organizador del transporte de 244 kilogramos de marihuana. La información almacenada en el celular de Bardinella permitió obtener datos de coimas en los que habría estado involucrado Bento y el resto de los acusados en el caso de asociación ilícita.
Luciano Ortego lanzó una queja: “el titular del Camaro no es Gregorio Bernal, nadie lo ha corroborado, y el Jeep Wrangler tampoco es de Calderón, es justamente del testigo que está declarando”. La fiscal respondió: “hay un boleto de compraventa con relación al Camaro en donde están Diego Aliaga y Gregorio Bernal y con relación al Jeep Wrangler el titular anterior a Gonzalo Aliaga es Marco Calderón”.
Esa información abre interrogantes. ¿Por qué Bernal, testigo en un caso de narcotráfico que tuvo en sus manos Bento, transferiría un Camaro al fallecido? ¿Por qué un arrepentido que denunció haber pagado coimas para quedar libre (Calderón) habría transferido un Jeep Wrangler a los Aliaga?
Después llegó otra consulta sobre una camioneta Volkswagen Amarok. Gonzalo Aliaga dijo que alguna vez fue a la casa de su hermano, “vi una camioneta, era una camioneta estacionada y mi hermano me dijo ‘esta camioneta es de Walter, del señor Bento’. Yo no lo conozco. Creo que se la había llevado a la venta. Me dijo que averiguara cuánto valía. Yo no averigué nada. No sé mas nada de esa camioneta. Y es todo lo que conozco del señor Bento”.
El fiscal Vega insistió en el tema: “¿Su hermano recibía otros autos para para la venta?” preguntó. “Si, por ahí si. Por ejemplo un (Chevrolet) Prisma que vendí yo. Por ahí compramos vehículos que se remataban y los vendíamos”, relató Aliaga. Vega volvió sobre la charla sobre la Amarok y el testigo respondió: “me preguntó que averiguara cuanto salía y le dije ‘no tengo la menor idea’, después no hablamos mas del tema, no sé que hizo con la camioneta”.
-¿Le dijo algo más en relación a la persona que le dio la camioneta?- insistió Vega.
-Me dijo que era juez nada más... Nunca lo vi al doctor señor Bento en la casa de mi hermano, no lo conozco personalmente, sé que tuvo la camioneta ahí- respondió el interrogado.
Luego el testimonio viró hacia las relaciones de Aliaga con Jaime Alba y Luciano Ortego. “Mi hermano era muy amigo de Alba. A Ortego lo he visto dos veces con mi hermano, en un asado en un campo en El Challao”.
El campo de El Challao pasó a ser interés de la fiscalía. “Era un campo que adquirió mi hermano, después lo vendió. Yo estuve en la compra del campo”. El fiscal preguntó si hubo otros socios en la operación. “Tuvimos un porcentaje sí”, respondió Aliaga y el fiscal insistió: “¿Quiénes tuvimos?”. “Yo y Alba”, respondió el testigo.
-¿Cuánto tiempo después lo vendieron?- preguntó Vega.
-Hace seis o siete años, ocho, o más, no me acuerdo- respondió Aliaga sobre un campo en el que Alba fue socio y Ortego comió un asado hace más de un lustro. Ese parece ser el dato que la Fiscalía buscaba. ¿El dato de una larga relación que no puede ser negada?