En el mundo de los juegos de azar se mueven factores de poder. Mendoza no es la excepción. A tal punto es así, que dos de los jugadores nacionales de mayor peso estaban interesados en la concesión de las máquinas tragamonedas del Casino de Mendoza y uno de esos grupos ganó la licitación. Se trata de Traylon, una empresa liderada por Ricardo Benedicto, histórico socio y amigo del empresario K Cristóbal López.
Otro dato de esa licitación es que después de 19 años, una de las familias de mayor peso de la provincia perderá su espacio en la sala estatal de calle San Martín y Brasil de Godoy Cruz. Se trata de la empresa Mendoza Central Entretenimientos, cuya cara visible es Alfredo Luis Vila, hermano del reconocido Daniel Vila. En 30 días, Mendoza Central Entretenimientos debe sacar sus máquinas, para que lleguen las de Traylon. Sin embargo, Vila dice que recurrirá la decisión del Instituto Provincial de Juegos y Casinos y en las próximas horas presentará el reclamo administrativo.
El otro interesado nacional en la licitación, tampoco es un ajeno al mapa del juego de Mendoza. Se trata de Desarrollos Maipú, que tiene el casino Arena Maipú. Allí, la cara visible es Daniel Angelici, el ex presidente de Boca Juniors y operador judicial de Mauricio Macri.
Hubo un cuarto interesado, pero que no llegó a la final; en mayo de este año decidió no mantener la oferta. Se trata de Fuente Mayor SA, del grupo empresario Kristich, dueño del Hotel y Casino Fuente Mayor de Vista Flores (Tunuyán) y que recientemente incorporó una sala y futuro hotel en San Martín. Esta última sala fue inaugurada en diciembre del año pasado.
La vuelta de Traylon
Durante la gestión de Roberto Iglesias, se empezaron a abrir los anexos del Casino de Mendoza en el interior de la provincia. Los primeros fueron el de San Martín y General Alvear en 2002. En los años sucesivos se abrieron el de Malargüe, Rivadavia, Tupungato, Uspallata, La Consulta, Eugenio Bustos, Tunuyán y San Rafael.
En la gestión de Cornejo cerraron seis de esas salas: las dos administradas por Daniel Angelici (Uspallata y Tupungato), las dos de San Carlos (La Consulta y Eugenio Bustos) que gestionaba la empresa Bingos Ciudadela (Grupo Midas); la de Tunuyán, que estaba en manos de Impresora Internacional de Valores (Ivisa), una empresa española que tiene algunas salas de tragamonedas en Argentina y, además, hace la transmisión de datos de la Quiniela de Mendoza. Por último, Cornejo cerró el de San Rafael, que estaba en manos de otra empresa de Cristóbal López, Casino Club.
Además, Traylon, con Cristóbal López en sociedad Ricardo Benedicto, administraba los espacios oficiales de San Martín, Rivadavia, General Alvear y Malargüe. En 2020, Traylon cambió de manos: Benedicto le compró a su socio las acciones en cómodas cuotas.
Esa empresa, en los últimos meses perdió las cuatro salas que le quedaban. Dos cuando abrió la nueva del Este (la Provincia decidió fusionarlas en una, fuera de las villas cabeceras y dejar un casino asociado a hotel y complejo comercial a cargo de Grupo Kristich); la de General Alvear cuando la nueva concesión quedó en manos de grupo Andreani (nada que ver con la empresa de logística), también asociada a un hotel y centro comercial.
La de Malargüe, cuando venció la concesión a fines de 2021, no fue renovada por el Instituto Provincial de Juegos y Casinos. Un detalle: la Provincia estaba a punto de perder un juicio con el hotel 4 estrellas Malargüe Inn & Suites, que tiene como principales inversores al grupo Andreani.
El juicio nació porque Malargüe Inn&Suites reclamaba el cumplimiento de la ley 5.775 del año 91, que habilitaba a hoteles de 4 estrellas del interior de la provincia a tener un casino. La misma ley que permitió la apertura de salas de juego en hoteles de cinco estrellas en el Gran Mendoza.
Así, el IPJC decidió no renovar la concesión de Malargüe y habilitar la sala en el hotel. En ese proceso, Traylon dejó de tener presencia en Mendoza.
En 30 días, la empresa que ahora lidera Ricardo Benedicto volverá a la provincia, en la sala oficial más importante.
El fin de casi dos décadas
En 2003, el Instituto Provincial de Juegos y Casinos abrió la licitación de la concesión de tragamonedas en la sala estatal. Finalmente, en julio de 2004, la empresa española Cirsa se transformó en proveedora de las “Slot machines” en un contrato por 10 años, renovables por cinco más. Unos pocos años después, apareció Mendoza Central Entretenimientos, primero como socios de los españoles; al poco tiempo compraron todo el negocio.
El canon por el alquiler de 360 máquinas era de 26,23% de la recaudación. Ese contrato preveía también la posibilidad de incrementar la cantidad de tragamonedas en un 50%.
Las versiones son confusas. Lo que se sabe es que, antes de terminar la gestión de Celso Jaque, el entonces presidente del IPJC, Daniel Pereyra, firmó una renegociación con la empresa de Alfredo Vila Santander: MCE ofrecía hacer obras en el Casino de Mendoza para poner 200 máquinas más, a cambio pedía subir el canon gradualmente, de 26,23% a 33,92%, luego a 40,09% y finalmente a 47%.
Esa renegociación desató una extensa polémica, sobre todo porque el contrato anterior ya preveía el aumento de la cantidad de máquinas. Esa renegociación generó una papa caliente para el gobierno de Francisco Pérez, dado que su primer titular del IPJC, Nidia Martini, firmó el incremento a 33,92%, pero luego se negó a firmar a 40,09%.
En febrero de 2013 llegó Carlos Bianchinelli a la presidencia del Instituto. Renegoció la renegociación y dejó el canon en 43%, pero extendió dos años el plazo de concesión; así Mendoza Central Entretenimientos tuvo contrato hasta 2021. Actualmente tiene 603 máquinas instaladas en el Casino de Mendoza.
Alfredo Vila Santander aseguró a Los Andes que sus abogados ya están trabajando para recurrir la decisión del Instituto de otorgarle la concesión a Traylon. El empresario sostiene que hay varias irregularidades en la oferta ganadora. “Hay cosas graves. Reducen la sala de paños (black jack, ruleta que pertenecen al Instituto), trasladan la sala de poquer que estaba prohibido, reducen la superficie del bar y acomodan máquinas no a la distancia requerida”.
Luego completa: “800 máquinas nuevas, no sólo no entran en el salón, a 15.000 dólares por máquina, la inversión llegaría a 12 millones de dólares; en 10 años no hay forma de que lo recuperen. No van a poder cumplir”.
El plazo para ir por la vía administrativa es de cinco días hábiles, contados a partir de la notificación, que fue el martes pasado. Sino no se ha presentado ya, el recurso administrativo de Mendoza Central Entretenimientos se presentará en las próximas horas.
Si el camino elegido es la Suprema Corte, entonces tienen 30 días hábiles para concretar la presentación.
La oferta y la polémica del canon
Tras aquella renegociación firmada sobre el final de la era Jaque, el canon con el que se quedan las empresas por alquilar las slot machines siempre genera ásperas polémicas.
En la nueva licitación, Mendoza Central Entretenimientos se presentó con Nuevo Plaza Hotel SA (Hotel Hyatt): el nombre de la unión transitoria de empresas era Plaza Central UTE. El canon que pidió para hacerse cargo de la concesión por 10 años más fue de 71,87% de la recaudación que obtengan 600 máquinas ofrecidas con una antigüedad de 54,48 meses promedio (cuatro años y medio).
Desarrollos Maipú pidió quedarse con 62% de lo que recauden 800 tragamonedas de menos de dos años de antigüedad, mientras que el ganador Traylon pide 52% de la recaudación que obtengan 720 máquinas de 6,84 meses de antigüedad promedio; en comparación con sus competidores es la mejor oferta económica para el Estado, aunque comparando con lo que percibe el actual concesionario (43%) es mas oneroso.
La explicación que dan en el Instituto es que en la nueva concesión, el ganador deberá hacerse cargo de más gastos de los que tiene actualmente Mendoza Central Entretenimientos, como la contratación de empresa de limpieza, la climatización de la sala, tasas municipales y factura de electricidad se pagan proporcional al canon (52% a cargo del concesionario), mantenimiento de escaleras mecánicas y ascensor, internet y guardarropa. (Nota al pie: entregar estos servicios también es un dolor de cabeza menos. Para muchos todavía está presente la condena del Tribunal de Cuentas por la contratación de la empresa de limpieza Masterfull SRL. En 2019, la Suprema Corte salvó a Bianchinelli de devolver más de 5 millones de pesos).
La inversión total de Traylon será de $2.236.650.305,98, de los cuáles $1.859.146.709,56 corresponden a las tragamonedas nuevas. El resto corresponde a obras en la sala.
Traylon aspira a que el ingreso principal sea por calle Brasil, con vista a la plazoleta Barraquero. Eso implica que van a intervenir los dos ingresos unificándolos, nuevo sistema de iluminación; además habrá un restaurant-bar en la esquina de Brasil y San Martín con ingreso independiente y balcón y terraza para ubicar más mesas. Además, un restó bar en planta alta.
Propusieron instalar ascensor nuevo para discapacitados, construir una cava de vinos, guardarropas, una cocina en el primer piso y dos que en planta baja, enfermería, monitoreo (policía), renovación de sanitarios y cajas, nuevos equipos de climatización y un generador complementario de 3125 KVA. También se renovarán sanitarios, vestuarios y zonas de descanso del personal.