La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó este miércoles la condena de 2022 para la expresidenta Cristina Elisabet Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por el delito de administración fraudulenta ante las irregularidades en las obras adjudicadas al empresario Lázaro Báez. Por la denominada “causa Vialidad”, se desvió el 80% de la obra pública nacional en Santa Cruz en favor de empresas de Báez entre los años 2003 y 2015 por más de 46.000 millones de pesos.
Con la acusada presente en una actividad simultánea con mujeres en Moreno, el veredicto fue entregado este mediodía en los tribunales de Comodoro Py con las firmas de los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña. Tras la ratificación de la sentencia, a la exjefa de Estado de 71 años le queda recurrir y apelar el fallo ante la Corte Suprema de Justicia, por lo que hasta no quede firme no cumplirá condena. Por mayoría, Casación descartó sumarle el delito de asociación ilícita.
La lectura del fallo ocurrió en paralelo a una congregación en apoyo a CFK, ubicada en el acceso principal en la avenida Comodoro Py. Se instalaron hileras de sillas blancas a la espera del inicio de la clase abierta contra el “lawfare” anunciada por organizaciones y referentes como el ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, y el dirigente social Juan Grabois.
Cristina Kirchner no posee fueros que eviten su arresto, pero tiene más de 70 años, por lo que en esa circunstancia si la Corte se pronuncia en su contra -se estima a partir de marzo-, puede solicitar cumplir la pena en su casa. Si prospera la ley de ficha limpia en el Congreso, con este fallo de Casación no podría ser candidata, tal como viene dando muestras al llegar a la presidencia del Partido Justicialista.
El 6 de diciembre del 2022, Cristina Kirchner fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por defraudación al Estado en la causa Vialidad, pero fue absuelta por mayoría por el delito de asociación ilícita. Se convirtió así en la primera vicepresidenta en ser sentenciada por corrupción mientras ejercía su cargo.
Según los jueces del Tribunal Oral Federal N°2, la maniobra de CFK buscó “asegurar y disimular un beneficio ilegítimo a favor de, por lo menos, dos de las personas imputadas en este proceso: Cristina Fernández de Kirchner y Lázaro Antonio Báez”.
Además de la viuda de Néstor Kirchner, en ese momento también recibieron seis años de prisión el empresario Lázaro Báez; José López, exsecretario de Obras Públicas; y Nelson Periotti, extitular de Dirección Nacional de Vialidad.
En tanto, a Juan Carlos Villafañe, exjefe de la Administración General de Vialidad Provincial de Santa Cruz (AGVP), le dieron cinco años de cárcel. Raúl Pavesi, extitular de la AGVP, recibió una sentencia de cuatro años y medio.
Mientras que Mauricio Collareda, jefe de Distrito N°23 Santa Cruz de la DNV, y José Raúl Santibáñez, expresidente del directorio de AGVP, fueron condenados a cuatro años. Por último, a Raúl Daruich, responsable del Distrito N°23 “Santa Cruz” de la DNV, le dieron a tres años y medio.
Fueron absueltos el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido; los exfuncionarios de esa cartera, Abel Fatala y Carlos Kirchner -primo del expresidente Néstor Kirchner-; y el exfuncionario de Santa Cruz, Héctor Garro.
Todas estas sentencias fueron ratificadas hoy, casi dos años después, por la Sala IV de Casación Penal.
La Justicia también homologó el decomiso de aproximadamente 84.000 millones de pesos.
En su descargo, Cristina Kirchner ya dijo que no será “mascota del poder” y que buscan “proscribirla”. “Si no me mataron, tengo que estar presa”, subrayó la expresidenta en el texto que hizo público antes de que se conociera la decisión de Casación y al que tituló “Los Copitos de Comodoro Py”.