El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis (SPT) y de la Federación del sector (Fepetax), el histórico dirigente gremial Omar Viviani, renunció hoy luego de 37 años a la secretaría general de ambas organizaciones gremiales.
Fuentes gremiales indicaron que el exintegrante del consejo directivo de la CGT, de 69 años, alegó “cansancio” y “decepción” ante la realidad de su gremio y “el seguro avance de una ley que legalizará las aplicaciones Uber y Cabify, lo que menguará aún más los puestos de trabajo en el sector”, entre otras razones.
El dirigente gremial, un histórico del movimiento obrero organizado, integrante de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y cofundador del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), presentó de manera formal hoy su renuncia, que será analizada y aprobada la semana próxima por la conducción de la entidad, a cuyo frente quedará Jorge García.
Viviani había anticipado a sus íntimos que presentaría formalmente la dimisión a ambos cargos el próximo miércoles 5, pero “cansado y decepcionado” por “varias causas y factores”, adelantó su determinación y se retiró de la actividad gremial.
“A su cansancio y decepción, inclusive con varios de los actuales funcionarios del Gobierno, se le sumó la grave pandemia de coronavirus”, señalaron los voceros.
Uno de los principales factores que desencadenaron la renuncia del histórico líder de los taxistas fue el avance de las aplicaciones de transporte Uber y Cabify en la actividad y, según sus íntimos, el dirigente “estaba al tanto de que la sanción de una ley que las legalice es inevitable, a la corta o a la larga”, señalaron.
Otras fuentes gremiales aseveraron a Télam que durante la gestión macrista -entre 2015 y 2019- el sindicato de taxistas sufrió la pérdida de 40 mil afiliados en todo el país, lo que “se agravaría sobremanera si esa ley fuese sancionada”.
“Así es muy difícil conducir una organización sindical. El sindicato adquirió miles de kilos de comida para los taxistas que, a partir del inicio de la grave pandemia, se acercaron a la sede gremial a solicitar alimentos ante la ausencia de trabajo. Muchos funcionarios negaron su colaboración o la cuotificaron”, agregaron los voceros gremiales, quienes dijeron que la decisión de Viviani es “indeclinable”.
Para esas mismas fuentes, el histórico dirigente “está muy cansado y decepcionado, a tal punto que rechazó los reclamos de permanencia en el gremio como asesor, e incluso esa posibilidad en otros sindicatos”, afirmaron.
Viviani ingresó por última vez a la sede del sindicato taxista el viernes pasado y, esta tarde, presentó su renuncia “indeclinable” al gremio porteño y a la Federación nacional, según comunicó a la comisión directiva la abogada de la organización y una de las asesoras letradas de la CGT, Mónica Risotto.
Viviani había ganado nuevamente las elecciones del gremio en diciembre último, reasumió en marzo de este año y tenía mandato hasta marzo de 2023.
A excepción de que la conducción de taxistas decida convocar de forma anticipada a nuevos comicios, se hará cargo del gremio el adjunto, Jorge García.
En su momento, Viviani fue una de los más firmes respaldos de Hugo Moyano en la CGT Azopardo -cuando la existencia de tres centrales obreras-; luego se distanció del dirigente y, hace algunos meses, recompuso la relación, al punto de compartir varios almuerzos y fotografías en la propia sede del gremio camionero.
Viviani tenía “licencia informal” por integrar los llamados “grupos de riesgo” por su edad ante la irrupción del coronavirus y, según las fuentes, presentó la renuncia a sabiendas de su “retiro definitivo, incluso de la vida de la CGT”.
Risotto, quien comunicó hoy la decisión de Viviani a sus pares de conducción, había sido catapultada por el histórico dirigente taxista como titular de la estratégica Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales de la cartera laboral.