Juntos por el Cambio vive momentos de turbulencia interna, a menos de un mes de las elecciones primarias en la que se dirimirá el candidato a presidente del principal espacio opositor, con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; o la expresidenta del Pro, Patricia Bullrich.
Las discusiones en el principal espacio opositor han llegado a un punto en el cual se discute incluso en cómo se distribuirá el trabajo de sus fiscales en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO); y hasta se habla de “cuidar” el voto tanto de Bullrich por un lado, como de Rodríguez Larreta por el otro. El punto es que, la principal amenaza, no sería el resto de los espacios políticos, sino la propia interna.
Mendoza vive una suerte de paz dentro de tanta escalada de la virulencia en las declaraciones políticas de cada uno de los dirigentes, tanto bullrichistas como larretistas. En la provincia convive una lista “de unidad”, pero además se acordó una “fiscalización conjunta y total” por parte del frente Cambia Mendoza tanto de los votos de Rodríguez Larreta como los de Bullrich.
Más allá de las críticas que hay incluso dentro de la provincia entre los dos sectores, en el radicalismo local, que es más fuerte que el sector del Pro, aseguran que dentro del espacio hay “fair play” y que estarán trabajando en las 4.357 mesas que habrá en las elecciones primarias del 13 de agosto.
“Vamos a garantizar por lo menos un fiscal por mesa; y será de Cambia Mendoza en su conjunto. Hay competencia interna, pero más importante es que gane Juntos por el Cambio la elección”, razonan fuentes radicales que trabajan en el operativo de los comicios, mientras ven de reojo el trabajo de Unión por la Patria, que busca remontar con la precandidatura del ministro de Economía, Sergio Massa (más su interna de Juan Grabois); más la incertidumbre electoral que transmite La Libertad Avanza con Javier Milei.
Esta situación la tienen clara tanto larretistas como bullrichistas. Por ejemplo, Ulpiano Suárez, intendente de Capital y alineado a Rodríguez Larreta; manifestó a Los Andes que “se ha acordado con el Frente Cambia Mendoza es que se fiscalizarán ambas boletas”; más allá que desde cada uno de los sectores “trabaje para sumar más ficales generales por escuelas o por mesas.
De la misma manera se muestra Sol Salinas, concejal capitalina que apoya a Bullrich. “Estamos trabajando de forma coordinada con los intendentes” con el objetivo que no haya mesa sin fiscalizar, para los dos sectores.
No obstante, marcó que desde el sector de La Fuerza del Cambio tienen una plataforma propia de voluntarios “donde se están inscribiendo para fiscalizar”. En este sentido, agregó que tienen el número “para cubrir la provincia prácticamente” de fiscales sólo de Bullrich.
La puja nacional
Según consigna diario Clarín, hay “desconfianza mutua” entre Rodríguez Larreta y Bullrich, lo que intensifica los problemas sobre todo en zonas donde no gobierna Juntos por el Cambio. Cada uno de ellos, según estiman, deberían reunir por lo menos 120.000 personas, entre voluntarios y militantes, para llegar a cubrir la totalidad de mesas y escuelas del país, junto con los fiscales generales.
El trabajo del operativo viene desde hace tiempo en ambos casos, pero pareciera ser que Rodríguez Larreta tiene más cubierto el plano nacional, sobre todo por la estructura radical que maneja Gerardo Morales, gobernador jujeño, presidente de la UCR y compañero de fórmula del jefe de gobierno porteño, que estuvo de visita este miércoles en la provincia.
En este sentido, destacan también la buena relación del dirigente del Pro con los gobernadores electos de San Juan, Marcelo Orrego; y también Claudio Poggi en San Luis.
En tanto, del bullrichismo hablan de un “clima de entusiasmo” más positivo que el de su competidor, lo que ha generado por lo menos unas 50.000 inscripciones en su plataforma digital. También ponen en la balanza la alianza con Maximiliano Abad, presidente de la UCR bonaerense que es precandidato en su lista.
Según los datos de la Cámara Nacional Electoral, estas elecciones tendrán 104.578 mesas todo el país. Por ejemplo, sólo para la provincia Buenos Aires ambos espacios tendrán que conseguir 38.074 fiscales, 9.097 para Córdoba, 8.332 para Santa Fe, 4.357 para Mendoza y 3.919 para Tucumán, entre los distritos más poblados.
Entre los lugares “complicados” para cubrir en el esquema de Bullrich se encuentran Jujuy (por Morales por un lado, pero también por el Pro, que responde mayoritariamente a Rodríguez Larreta allí), más Salta y Neuquén; mientras que del espacio de Rodríguez Larreta marcan que “prácticamente todas las provincias quedarán cubiertas, salvo lugares casi ‘inhóspitos’”, donde aseguran que no impactará algún resultado negativo. No obstante, para ambos la situación estará difícil también de fiscalizar en La Matanza, partido que incluso fue “difícil” de fiscalizar incluso en 2019, cuando Mauricio Macri era todavía presidente.
La situación sin dudas que no es fácil para Bullrich ni Rodríguez Larreta por dos motivos: hay desconfianza en las 19 jurisdicciones donde habrá internas en las listas al Congreso Nacional (no es el caso de Mendoza que tiene lista de unidad, al igual que Chubut, Corrientes, Entre Ríos y Chaco).
Pero hay más: ambos sectores tuvieron acceso a la base de datos de fiscales del PRO en elecciones anteriores, y ya enviaron mensajes para reclutarlos para estas primarias. Para evitar el riesgo de infiltrados, a los voluntarios los pasan por un “tamiz” y verifican que no estén afiliados a otros partidos.