En diciembre, una decisión de Marcos Calvente sacudió los cimientos de la Municipalidad de Guaymallén. El intendente le pidió la renuncia a todos los funcionarios de su gabinete, que son 72, y habrá reestructuración. A más tardar, en dos semanas, se sabrá quiénes no continuarán y cómo quedará definido el organigrama. Hay muchos rumores pero ninguna certeza.
“Lo que estoy haciendo en este momento es modificar la estructura del municipio, comenzando por el organigrama, y luego adaptando a los funcionarios a ese nuevo esquema. Este organigrama contempla una reducción del gasto fiscal, lo que implicará una reestructuración para hacer más eficiente la estructura municipal. Como resultado, algunos funcionarios actuales no podrán continuar en el nuevo organigrama”, dice un mensaje reenviado del intendente que llega por mensajería instantánea a los medios cuando se lo consulta.
A fines del año pasado, las explicaciones sobre el motivo de evaluar a todos los funcionarios, eran que algunas áreas no estaban funcionando de la manera que pretendía Calvente. Entonces, era posible que ya para el 2025 se generara una suerte de relanzamiento de algunas áreas del Gobierno municipal. Ese factor era importante contar con el balance que pueda ofrecer cada uno de los funcionarios.
Lo cierto es que la decisión fue días antes de Navidad y Año Nuevo. “El clima está muy raro y hay bastante incomodidad. Hay gente a la que le arruinaron las Fiestas”, se sincera una fuente municipal. Cada proceso es personal, pero algunos aseguran que hay funcionarios muy afectados con la incertidumbre que reina en la comuna.
Las renuncias que se fueron acumulando en el despacho del intendente vinieron por parte de 24 directores, la misma cantidad de subdirectores, 8 delegados y los tres secretarios. El número real muestra que son 76 funcionarios, personas pero hay cuatro excepciones: dos jueces viales, la tesorera y la persona a cargo de la Contaduría General que fueron elegidas por el Concejo Deliberante.
De esas dimisiones, algunas quedarán efectivas y otras no. Hay muchas especulaciones sobre las internas políticas del gabinete, entre los funcionarios que llegaron de la mano del intendente y los que quedaron de la gestión anterior de Marcelino Iglesias. Pero todo se dilucidará cuando Calvente blanquee el nuevo organigrama y a cada cargo le ponga nombre y apellido. Hay funcionarios que saben que no cuentan con la confianza del jefe comunal, pero tampoco aseguran que tienen la puerta de salida abierta.
“El proceso se llevará a cabo durante este mes. Ya tengo definido el nuevo organigrama y lo comunicaré al equipo en los próximos días. Después, organizaremos a los funcionarios que están desempeñándose bien dentro de este nuevo esquema”, dice otro extracto del mensaje de Calvente a los medios de comunicación. Fuentes de la comuna indicaron a Los Andes que los anuncios se harían los primeros días de febrero porque Calvente “está terminando de armar esta definición. No hay nada para anticipar”.
Por otra parte, el intendente remarca que ha solicitado “a cada funcionario un informe sobre su gestión, en el que se incluyan los objetivos establecidos para este año y los planeados para los próximos años. Con base en esta información, se evaluará el desempeño de cada uno, lo cual será un factor clave en el proceso de reestructuración”.
El gobernador había respaldado la decisión de Calvente. “Quiere revisar su equipo, pero no necesariamente es que va a cambiar el 100% de sus funcionarios, probablemente retenga a la mayoría. Él sólo lo sabe. Son cargos del Ejecutivo, competencia de él. Creo que es positivo”, expresó el mandatario provincial allá por diciembre.
Cornejo consideró que “hay un gran esfuerzo de Guaymallén por mejorar una gestión que ya era buena, y él tiene muy bien puesto el foco en eso. La verdad es que Guaymallén tiene números de servicios públicos bastante positivos, en las encuestas digo”.