La Cámara Federal porteña decidió reabrir la investigación contra un grupo de trabajadores informales acusados de pegar carteles con fotomontajes de dirigentes del PRO con simbología nazi en la Ciudad de Buenos Aires, a raíz de la denuncia por la “mesa judicial bonaerense”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había apelado el sobreseimiento otorgado a los trabajadores informales por el juez Julián Ercolini, quien había tomado esta decisión a instancias del fiscal Guillermo Marijuan.
La Cámara Federal, conformada por los jueces Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, revocó los sobreseimientos y determinó la continuidad de la investigación. El objetivo principal es identificar a las personas que encargaron la confección de los carteles, los cuales fueron pegados en febrero de 2022.
Estos carteles surgieron como respuesta a la presentación judicial de la AFI, durante la gestión del anterior gobierno, de un video de 2017, en el que funcionarios bonaerenses, empresarios de la construcción de La Plata y agentes de inteligencia discutían la creación de una “gestapo sindical”. A fines del año pasado, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi dictó la falta de mérito para todos los imputados.
La Cámara Federal recomendó al juez Ercolini “agotar todas las diligencias posibles a los fines de dar con aquellas personas que han ostentado un rol más relevante” que quienes pegaron los carteles.
Patricia Bullrich planteó que, en caso de descartarse la figura de “incitación a la violencia colectiva”, la causa debería pasar a la Justicia de la Ciudad porque el Código Contravencional porteño establece hasta diez días de arresto y multa por la colocación ilegal de afiches en la vía pública.
QUÉ FUE LA GESTAPO
La Geheime Staatspolizei (Gestapo) fue la Policía Secreta del Estado, una de las organizaciones más temidas de la Alemania nazi. Se creó un 26 de abril de 1933 y sus gestores fueron dos funcionarios de Hitler: Hermann Göring y Heinrich Himmler, quienes buscaban combatir a los oponentes políticos del régimen y garantizar la seguridad interna del nazismo.
Esta policía secreta se encargaba de investigar y detener a cualquier persona considerada una amenaza para el régimen nazi, incluyendo a judíos, gitanos, homosexuales, disidentes políticos, comunistas y cualquier persona sospechosa de estar en contra del partido nacionalsocialista. Los métodos utilizados para obtener información y confesiones eran brutales, incluyendo tortura, interrogatorios prolongados y amenazas contra los familiares.