La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, llegó a Mendoza este lunes para recorrer el Banco de Huellas Genéticas de la Provincia y se metió en la polémica instalada por la posible prisión domiciliaria para los condenados por delitos de lesa humanidad, que analiza impulsar como proyecto de ley un sector de La Libertad Avanza.
Bullrich dijo en conferencia de prensa que “el tema en este sentido es la igualdad ante la ley. Es decir, a los 70 años las personas que están condenadas y que han cometido todo tipo de delitos, asesinatos, crímenes de todo tipo, pueden salir”.
“Y en el caso de los delitos de lesa humanidad, uno ve personas de 90 años con enfermedades terribles que están en la cárcel”, comparó la funcionaria nacional.
“Ahora, a mí me toca administrar la cárcel. Me parece que una cosa es cumplir con una condena y otra cosa es infligir a esa condena una situación de extrema gravedad, como es tener una persona con un cáncer terminal en una cárcel. Me parece que es un tema que hay que pensarlo”, lanzó la ministra.
La polémica se inició con la visita de una comitiva de legisladores oficialistas a represores condenados en el penal de Ezeiza, de la que participó la diputada nacional por Mendoza, Lourdes Arrieta. Los libertarios se entrevistaron con personajes nefastos de la historia argentina como “el ángel de la muerte” Alfredo Astiz.
Sobre esto, Bullrich mencionó que “la versión que tienen ellos es otra. Fueron a un pabellón y en ese pabellón estaban estos detenidos”. Entonces, comentó: “Yo no iría a visitarlos, pero ¿hay alguna prohibición para visitar a tal o cual detenido? Yo creo que no, se tienen que hacer cargo los que lo hicieron”.
También, al responder si se trata de una “reivindicación” a la dictadura ofrecerles una visita institucional a los represores, señaló: “Si consideran que hay una lectura distinta respecto a lo que pasó en el pasado y quieren dar vuelta a esa lectura, tienen el derecho a hacerlo. Porque esa es la libertad”.
“La libertad no es decir ´hay 30.000 desaparecidos´ y el que habla en contra de que son 30.000 tiene una condena. Eso es que te obliguen a un pensamiento único”, sostuvo para profundizar más la polémica instalada.