Patricia Bullrich estuvo en el parque O’Higgins de la Ciudad de Mendoza para un acto de cierre de campaña. El último será en Lomas de Zamora, pero antes pasó por Cuyo para pedir votos. La concurrencia no fue tanta como hace dos meses en el parque Benegas de Godoy Cruz previo a las primarias.
El intendente anfitrión, Ulpiano Suárez; el gobernador Rodolfo Suárez; su sucesor Alfredo Cornejo y el candidato a vicepresidente Luis Petri antecedieron a Bullrich en la palabra. La dirigente del Pro prometió un cambio de fondo, que “los chorros van a ir presos” y que le hará frente a las mafias, entre otras cosas. Apuntó contra Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza).
“Levante la mano quién es jubilado”, dijo Bullrich durante el discurso. Se levantaron muchas y evidenció la franja etaria que asistió al acto.
Hay que decir que se fueron conformes porque si algo tiene claro la candidata presidencial, es en saber qué decirles para asegurarse la ovación. “Un día en el barco de (Martín) Insaurralde son 7 años de tu jubilación”, fue una de las tantas frases aplaudidas.
La Ciudad de Mendoza es el único departamento en el que Juntos por el Cambio se impuso en las primarias. El jefe comunal había apoyado a Horacio Rodríguez Larreta que perdió allí.
El intendente Ulpiano Suárez dio la bienvenida y refrescó que “estamos a cuatro días” además de reafirmar el compromiso a militar la boleta de cara a las elecciones del domingo. “El único cambio posible es Juntos por el Cambio y hay que derrotar al kirchnerismo en las urnas el próximo 22. Hay que gobernar bien que es lo que necesita Argentina”, aseveró.
Para el gobernador Rodolfo Suárez “Patricia Bullrich representa los valores con los cuales estamos gobernando en Mendoza desde el 2015 junto a Alfredo Cornejo”.
Destacó la importancia de gobernar en sintonía política porque a él le tocó gobernar “con un gobierno de un signo político distinto, pero que no respeta a las instituciones, que nos discriminó de todas las maneras posibles”.
Arenga conocida
Las palabras de Bullrich buscaron reafianzar conceptos que sus votantes (o potenciales) saben de memoria: orden, seguridad, lucha contras las mafias, “el que las hace las paga”, “los que roban van a ir presos” y que ella, “no dará un paso atrás”.
En su viaje a Cuyo, Bullrich recibió el respaldo del tridente de mandatarios. Además de Cornejo estaban el sanjuanino Marcelo Orrego y el puntano Claudio Poggi quienes llegaron a Mendoza para acompañar a la candidata de Juntos por el Cambio
“Es la batalla final. Secuestraron 20 años a la Argentina y nos tomaron de retenes, nos destruyeron y ahora no podemos torcer el brazo”, arengó la candidata.
Cornejo, previamente, había defendido la propuesta de Juntos por el Cambio y remarcó que ahora, a diferencia del mandato de Mauricio Macri entre 2015 y 2019, se había aprendido de los errores de un gobierno efímero por los cuatros que duró.
Remarcó el peso político de la coalición con diez gobernadores electos, intendentes y el bloque parlamentario. “Es mucho más de lo que tuvimos en la otra oportunidad”, se ilusionó el gobernador electo.
Petri destacó la honestidad e integridad de su compañera de fórmula. No será el único mendocino en el equipo, aunque él presidirá el Senado si hay triunfo de la coalición. La candidata confirmó que sumará dirigentes de estos pagos. En San Juan, se había expresado en la misma línea.
Bullrich también se apalancó en el equipo de la coalición, por eso siente que los tiempos son distintos y que hay una gran oportunidad. Apeló al miedo de la gente por la incertidumbre que genera el cambio de gobierno y los fantasmas que se agitan.
“Tenemos miedo de que maten a un chico por un celular, tenemos miedo que usen las aulas para adoctrinar, tenemos miedo de que corten rutas. Tenemos miedo a que bloqueen empresas y la gente se quede sin trabajo, que sigan robando”, dijo Bullrich. “En esta Argentina del dolor, el kirchnerismo nos quiere amputar el futuro”, aseguró.
Se desmarcó de las aseveraciones sobre la privatización de la educación y le apuntó al libertario. “Me preocupa que no crea en la educación pública que nosotros lo llevamos en el ADN y necesitamos 190 días de clases”, subrayó.
Entre argumentos, promesas y críticas que despertaron ovaciones, Bullrich aseguró que “la pesadilla que hemos vivido se termina y para siempre”.