El exjuez federal Walter Bento ampliará su declaración indagatoria en la penúltima audiencia del 2023. Será el próximo miércoles 27 de diciembre y con la jornada del día posterior, el megajuicio quedará en pausa hasta que se retomen las audiencias a principios de febrero, por el receso de verano.
Cabe recordar que a Bento se lo acusa de liderar una asociación ilícita, en la cual favorecía en términos judiciales a presos a cambio del cobro de sobornos. También se encuentra imputado por enriquecimiento ilícito, lavado de activos, abuso de autoridad, prevaricato, falsedad ideológica y desobediencia a órdenes judiciales.
El Tribunal Oral Federal N° 2 no se expidió sobre el pedido de prisión domiciliaria que elevó su defensa en noviembre pasado (la cual fue rechazada por la Fiscalía), por lo que se espera que la solicitud no prospere y quien supo ser el hombre más poderoso del edificio judicial de calle España, pasará las fiestas detenido en el Complejo Penitenciario Federal VI de Cacheuta.
Justo después de Navidad y antes de Año Nuevo, Bento volverá a prestar declaración. Su defensa lo solicitó la semana pasada y aclaró que se tratará puntualmente del “Caso N° 3″, en el que se investigó el pago de un soborno de 722 mil dólares por parte del contrabandista Javier Santos Ortega para obtener su excarcelación y la de su socio Juan Carlos Molina. El exmagistrado federal también se someterá a preguntas, teniendo el derecho a negarse si quisiera.
Otro imputado que pidió declarar sobre el cierre de año es el excomisario Gabriel Moschetti, a quién se lo acusa de haber sido la pata policial de la banda, brindando información desde adentro de la fuerza y entorpeciendo causas. Su abogado Pablo Cazabán solicitó este jueves al tribunal que preside la jueza Gretel Diamante que le diera un lugar el próximo 27 o 28 de diciembre, que resta definir. Luego iniciará la feria judicial y las audiencias se retomarán el miércoles 6 de febrero de 2024.
Hasta el momento han desfilado varios testigos, pero una declaración clave quedó en stand by. Se trata de Diego Aliaga “Junior”, el hijo homónimo del despachante de aduanas asesinado en 2020 y a quién la fiscalía encontró como mano derecha del exjuez en la presunta banda que él lideraba. Fue citado en octubre pasado junto a varios familiares más, pero presentó un certificado por tratamiento psiquiátrico y el tribunal le dio aval para que no declare, decisión que continúa firme.
En tanto, el otro hijo de Aliaga, Juan Ignacio, inició el debate como imputado por falso testimonio, pero el tribunal le concedió la suspensión del juicio a prueba, o probation, porque el delito por el cual había sido acusado es excarcelable y porque los fiscales aspiraban a obtener una nueva declaración suya en calidad de testigo, que debería darse un año después de ese beneficio.
En la Instrucción, el joven declaró desconocer a uno de los supuestos integrantes de la banda, el condenado por narcotráfico Walter Bardinella Donoso, mientras que las pericias del Ministerio Público Fiscal indicaron lo contrario y por eso lo imputaron.
El curioso seguimiento de Bento
En la jornada de este jueves declaró la doctora María Gabriela Curri, extitular de la Secretaría A del Juzgado Federal N° 1 que encabezaba Bento. Según dijo la letrada, ocupó ese cargo hasta que el magistrado fue suspendido y el juez Marcelo Garnica, quién lo subrogó en el cargo, le otorgó un traslado a la Secretaría F, dónde se había desempeñado anteriormente.
Si bien Curri no se salió del libreto y no comprometió al exjuez de lleno, sí dejó entrever una novedad para la fiscalía. Cuando la fiscal general María Gloria André le consultó cuál era el nivel de involucramiento de Bento en las causas que tramitaban en esa secretaría, ella respondió que “estaba al tanto y el Doctor también pedía una nómina mensual de los detenidos”.
“El conocía los nombres y las fechas de imputación. La pedía mensual o regularmente, tenía cierta periodicidad. La secretaria privada (de Bento) nos decía a las tres secretarías que quería la nómina. Se les aclaraba sí tenían domiciliaria o no”, comentó.
Y señaló que ella se encargaba de realizar la lista de su secretaría respectivamente con nombre y apellido, carátula, imputación, fecha de detención, indagatoria y procesamiento, más otras observaciones pertinentes.
“´El doctor quiere la lista de detenidos´, nos decía Julieta, la secretaria”, manifestó Curri. Teniendo en cuenta las acusaciones que recaen sobre el exjuez sobre el cobro de coimas, resultó llamativo el interés particular en seguir de cerca a los detenidos.
