El de octubre de 2016 Los Andes informaba sobre una demanda por violencia de género laboral contra Héctor Suárez, por entonces secretario administrativo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), quien supuestamente la acosaba laboralmente. En aquella oportunidad consignábamos que la víctima solicitaba un resarcimiento de 1.200.000 pesos.
Casi cinco años después, llegó el fallo del Tribunal de Gestión Asociada número 4. Yésica Álvarez deberá ser indemnizada con 300.000 pesos más intereses, calculados desde el inicio de la demanda en 2016.
El objeto de la demanda es “por violencia de género” en base al “daño moral” sufrido, “con fundamento en el acoso y maltrato que habría recibido en su lugar de trabajo” por parte de Suárez. Y también “por la falta de una respuesta efectiva y oportuna de ATE, en su condición de empleadora” de Álvarez.
El actual titular del gremio, Roberto Macho, dijo a Los Andes que “ATE va a apelar, porque la condena debe ir sobre quien cometió el hecho”.
En aquellos días, Carolina Jacky, una de los letrados que representa a Álvarez, decía que realizado por Suárez “no fue acoso sexual, pero sí acoso de abuso de poder” sobre la empleada.
La letrada señaló que el caso encaja en la figura de “violencia de género”, porque el acoso y el abuso del poder “se realizan contra una mujer”. Y basa su fundamento en el artículo 3 de la Ley 26.485 (Protección Integral a las Mujeres), que en el inciso “a” aclara que toda mujer tiene derecho a “una vida sin violencia y sin discriminaciones”.
El actual titular de ATE, Roberto Macho, consideró “lamentable la situación. Fue en la gestión de Raquel Blas, hoy en Sitea (Sindicato de Trabajadores Estatales Autoconvocados). Desde que estoy yo Suárez no trabaja más en el gremio”. Suarez era parte de la comisión directiva de ATE Mendoza, era secretario Administrativo del gremio.
En el fallo se relata que su Yesica Álvarez ingresó a trabajar en ATE 15 de diciembre de 2008, como administrativa de tercera categoría y como contratada a tiempo indeterminado. Su jornada laboral era de 8 horas, por la mañana salvo los miércoles en los que cumplía horario a la tarde, en la Secretaría Gremial y la secretaria General recibiendo ordenes de la Secretaria General Sra. Raquel Blas y Secretario General R. Roberto Macho, pero también debía ayudar en la oficina que lo precisara.
“En el año 2010 el Sr. Hector Suarez pasa a ser Secretario Administrativo, quedando a cargo del personal y que empieza un notable crecimiento laboral sin personal para afrontarlo, resultando una recarga de trabajo, lo que la obliga a plantear el problema al demandado manifestando que era difícil manejar tres oficinas (Secretaría Gremial, General y Adjunta) resultando demasiado trabajo para una persona, y tenía las horas de lactancia pero debía hacer horas extras”, reseña la sentencia.
La recarga de trabajo continuó durante varios años. “A principios del año 2013, se encuentra a cargo de la segunda capacitación de delegados, sobre liquidación de sueldos y jornales y administrativo contable, para empleados de entidades civiles, y al darse cuenta de que estaba mal categorizada , le pidió al Sr. Suarez que le diera la categoría correcta, pero le responde que tenía muchos problemas para preocuparse en eso y que lo hablarían mas adelante”.
A fines de ese año, Álvarez queda nuevamente embarazada y los problemas se multiplican. El acusado le pide que capacite a una compañera de trabajo para que se encargue de las tareas cuando llegue la licencia por maternidad.
“Su obstetra le pide reducción horaria y ello fue rechazado por el demandado. Afirma que esto se plantea con la Secretaria General quien le da prioridad a la petición de Héctor Suarez, y le piden que la obstetra ratificara o rectificara el certificado. La doctora le solicita licencia por enfermedad hasta que empezara la licencia por embarazo. Afirma que ello demuestra la responsabilidad del gremio al avalar el maltrato y abuso del Sr. Suarez dejando a la actora indefensa, y en la disyuntiva de elegir entre su embarazo y su salud y el empleo. Cuando necesitó apoyo institucional, fue revictimizada por el gremio”.
Cuando nació su segunda hija, hubo complicaciones respiratorias. “El Sr. Suarez la llamaba para que se presente a trabajar aun cuando estuviera en el hospital con su hija. Y le decía que el padre de la nena se ocupara; le hacía devolver las horas de licencia con horas extras, sin reconocer ascensos correspondientes” y además, “le pidió que tuviera el celular encendido y que estuviera a disposición del sindicato ya que se le pagaba sueldo completo y no se le descontaba del sueldo y que esos permisos no estaban contemplados en el Convenio Colectivo de Trabajo”.
Según la letra del fallo, Suárez le decía a la víctima que la entonces secretaria general del gremio, Raquel Blas, era la que pedía que devolviera las horas de trabajo. “Dice que habló con Raquel Blas, para que la dejara trabajar los sábados, y así poder devolver las horas más rápido peo ésta le dijo que no era necesario que devolviera nada”.
El 8 de mayo de 2015, se tomó licencia por estrés laboral y depresión por diez días; el 18 de mayo, los profesionales le otorgan otra licencia y el 23 de julio una tercera licencia psiquiátrica.
Tras un año de licencias, el 27 de mayo de 2016 Álvarez empieza a cumplir funciones en nuevo local de ATE, en calle Peru y General Paz. “ya que por un acuerdo de partes entre la Asesora Legal del Sindicato, el Secretario y la actora, en atención a los certificados médicos, se decide un cambio en el lugar de trabajo y reducción horaria, con nuevos controles o cambios”.
En el fallo se sostiene que este elemento es importante para comprobar el acoso. “Sin embargo la situación no mejora, puesto que se inicia la presente acción en el mes de julio de 2016 (04/07/2016) y se solicita una medida de protección, la que es concedida y con posterioridad, es decir en fecha 09/11/2016 la actora formula denuncia ante la Subsecretaria de Trabajo y Seguridad Social, puntualizando hostigamiento laboral, malos tratos, insultos y el hacer imposible el cumplimiento de sus tareas por parte del Sr. Hector Suarez, Secretario Administrativo y Jefe de Personal, por la que estuvo de licencia psiquiátrica e indicando que luego se agudiza la situación, por haber iniciado la presente causa contando con una medida de protección”.
“El demandado Sr. Suarez, le decía que le iba a descontar las horas, la insultaba en público, por teléfono, la gritaba, lo veía y lloraba, se llegó a orinar del miedo, tuvo cólicos, adelgazó bastante, consultó con psicólogo y psiquiatra; luego le dieron licencia casi por un año pero al regreso fue peor, le pegó con una silla, y luego se dictó una medida de prohibición de acercamiento, que no la cumplía, trató de ir a la Subsecretaría de Trabajo, pero el demandado era inspector, fue a la oficina de Violencia de género, y los certificados tenía que presentárselos al demandado, quien se burlaba de ella”.