El Consejo de la Magistratura de la Nación abrió el concurso para la designación del sucesor de Walter Bento en el Juzgado Federal Número 1.
Bento fue destituido de sus funciones como juez el 8 de noviembre pasado, por mal desempeño de sus funciones. La medida adoptada por el Jury de Enjuiciamiento precipitó su detención, ya que Bento tenía pedidos de prisión preventiva en el marco de la causa penal en su contra que no se hacían efectivos porque contaba con fueros.
La cuestión es que, tanto en el Consejo de la Magistratura como en la Justicia Federal, habían adelantado que, una vez que emitiera su fallo el Jury de Enjuiciamiento, el proceso para nombrar a un nuevo juez en el Juzgado Federal Número 1 comenzaría “de inmediato”.
Es así que, tres meses y pico después de la remoción de Bento, la comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura aprobó, casi como un mero trámite, la apertura del concurso para cubrir la vacante surgida en el Juzgado Federal Número 1, que además de las funciones jurisdiccionales tiene la competencia electoral de la provincia.
Esto ocurrió el miércoles en una reunión de consejeros en la que se trataron diversos asuntos y hubo encuentros de otras comisiones.
En lo que respecta a Mendoza, la comisión de Selección, presidida por la consejera María Fernanda Vázquez, resolvió la apertura del concurso y ordenó el sorteo de jurados para el Juzgado Federal de Primera Instancia N°1 de Mendoza.
Según informó la Magistratura, por razones distintas a la remoción del juez, también se aprobó en el encuentro el inicio del proceso para cubrir las vacantes producidas en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Salta, la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, el Juzgado Federal de Primera Instancia N° 2 de Tucumán y la Sala A de la Cámara Nacional en lo Penal Económico de Capital Federal.
CUÁNTO DEMORARÁ EL CONCURSO
Jimena de la Torre, vicepresidenta de la comisión de Selección de Magistrados de la Magistratura, explicó a Los Andes que a partir de la apertura del concurso, comienza un proceso que tiene una duración “promedio” de tres años.
“Ahora se tiene que definir la fecha de inscripción para los aspirantes y publicarse las listas; también hay un tiempo para impugnaciones, por si alguien tiene reparos respecto de la idoneidad de los aspirantes”, precisó la consejera.
Hubo algunos pronósticos un poco más optimistas en los últimos tiempos. Sin embargo, los tres años que se calculan como tiempo para que se conozca quién remplazará a Bento tienen por lo menos una variable que es directamente impredecible: cuándo enviará el Poder Ejecutivo el pliego del magistrado/a elegido/a al Senado nacional para su ratificación.
Se trata del último paso para el nombramiento de un juez federal. “Hay ternas que están hace diez años paradas, depende de la complejidad política de cada caso”, se sinceró un consejero ante la consulta de este diario.
No es menor la atención que genera el juzgado en cuestión. En el caso del Juzgado Federal Número 1, por tener la competencia electoral, se trata de uno de los cargos “codiciados”.
CÓMO ES EL CONCURSO
Horacio Rosatti, el presidente de la Corte nacional, también es el jefe máximo del Consejo de la Magistratura, donde se elaboran las ternas de aspirantes a jueces. Ha sido también quien le dio impulso al proceso por mal desempeño contra Bento, que en varios tramos se estancó.
Tanto que el juicio penal, en el cual Bento es acusado de ser el jefe de una asociación ilícita que daba beneficios judiciales a cambio de coimas, arrancó el año pasado con Bento todavía como juez. O sea, era un magistrado que, a la vez, estaba acusado.
Hubo una salvedad. El 31 de mayo del año pasado, los 19 consejeros, incluido el presidente de la Corte votaron por la suspensión (de Bento). El fiscal de la causa penal, Dante Vega, reconoció que “esa decisión evitó una situación insólita y de gravedad institucional: que una persona que tenga a cargo la investigación penal sobre los ciudadanos y encima el control del proceso eleccionario, a la vez esté enfrentando un proceso. El Consejo dio un paso muy importante en orden de resguardar la institucionalidad”.
El Consejo de la Magistratura tiene actualmente 19 integrantes –son 20 en realidad, pero ese cargo no ha sido ocupado por otro conflicto- y está compuesto por legisladores, un representante del Poder Ejecutivo nacional y otros jueces, además de abogados y académicos.
Como se ha visto, la comisión de Selección que preside Vázquez, consejera y decana de la facultad de derecho de la Universidad de Lomas de Zamora, fue el punto de partida para la designación del remplazante de Bento.
El proceso incluye la presentación de antecedentes, un examen escrito y otro oral, y la realización de entrevistas personales con cada uno de los postulantes.
Todo esto deriva al final en la definición de ternas de aspirantes que eleva el Consejo de la Magistratura al Ministerio de Justicia de la Nación. O sea que es el Poder Ejecutivo, al final, el que decide a quién elige.
Luego el pliego de la persona seleccionada va al Senado para que sus integrantes presten acuerdo.
Mientras tanto, la tarea de impartir justicia seguirá en manos de dos subrogantes. Las causas que manejaba el magistrado suspendido en mayo pasado fueron conferidas por la Cámara Federal de Apelaciones a Marcelo Garnica, titular del Juzgado Federal Número 3.
Por otra parte, el 2 de junio del año pasado, la Cámara Nacional Electoral resolvió que Pablo Oscar Quirós, titular del Juzgado Federal Número 2, asumiera la competencia electoral.
