Arranca otro desfile de testigos importantes en el megajuicio a Bento

Un hijo del despachante asesinado Diego Aliaga y su pareja figuran en la lista. También la novia de uno de los principales imputados: Walter Bardinella.

La segunda audiencia del jury al juez Walter Bento (Foto: Federico López Claro)
La segunda audiencia del jury al juez Walter Bento (Foto: Federico López Claro)

En la antesala de la definición del juicio por mal desempeño en Buenos Aires, la sala de audiencias de los tribunales federales de Mendoza serán escenario de otra tanda de audiencias importantes del juicio penal contra el juez Walter Bento.

A lo largo de tres jornadas, entre el 1 el 3 de noviembre, desfilarán ante el Tribunal Oral Federal Número 2, compuesto por las juezas Gretel Diamante, María Carolina Pereira (ambas de San Luis) y Eliana Rattá (de San Juan), más de 20 testigos.

Uno de los hijos de Diego Aliaga, el despachante de aduanas asesinado en 2020, quien fuera uno de los supuestos organizadores de la “banda” de Bento, reaparece en la lista de testigos que fueron convocados para esta ronda del juicio.

Se trata de Diego “Junior”, quien está citado para el miércoles 1 de noviembre. El hombre había sido convocado por la fiscalía a declarar en la ronda anterior (hay tres audiencias cada 15 días), pero no asistió. Incluso adujo que se encontraba bajo “tratamiento psicológico” y que lo amparaba un certificado médico para no comparecer. No obstante el tribunal lo volvió a citar.

Hay que recordar que esta semana terminó el juicio por la muerte de Aliaga padre. Diego Barrera, su ex pareja Bibiana Sacolle y los hijos de la mujer, Gastón y Lucas Curi, fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato ocurrido en 2020.

Precisamente en el duplicado de la tarjeta SIM del teléfono celular de Aliaga padre había 265 contactos por Telegram con el juez, chats que la defensa de Bento desconoce. Esa prueba surgió cuando se investigaba su desaparición, que luego se convirtió en asesinato.

Lo que pueda aportar en el juicio a Bento la familia y vínculos de Aliaga resulta entonces de mucho valor para la fiscalía. Por eso también es importante en este caso la citación a Belén Velasco, quien era la pareja de Aliaga al momento de su desaparición.

De acuerdo con el listado oficial, Velasco será la primera testigo de la nueva tanda de audiencias, el 1 de noviembre. Su declaración había sido pedida tanto por la fiscalía como por la defensa de Bento, así como los defensores de otros imputados.

Abogados, policías, una novia y una escribana

Celeste Cuenca era novia del sentenciado por narcotráfico Walter Bardinella, una de las piezas importantes en la organización de Bento y cuyo teléfono reveló, para la fiscalía, que había una red dirigida por Bento que se encargaba de dar beneficios judiciales a cambio de coimas.

Cuenca también está citada para el 1 de noviembre en el juicio. Las comunicaciones entre ella y Bardinella revelaron en la instrucción que este último tenía reuniones con Diego Aliaga (a quien se refería como “Fernández”) y “un juez”, que para el Ministerio Público Fiscal era Bento.

En tanto, la Fiscalía y defensores de imputados han citado a los abogados Sergio Salinas y Lucas Lecour, quienes fueron desplazados de la defensa de Bardinella por dos letrados que también habrían integrado la organización de Bento: Matías Aramayo y Martín Ríos.

Los abogados defensores apuntan en otro sentido. Buscarán sacarles a Salinas y Lecour testimonios que afecten al fiscal Dante Vega, con quien compartieron estudio cuando todavía no llegaba al cargo que ocupa en la Justicia.

Otro testimonio relevante podría ser el del policía Nicolás Feiner, quien denunció que había recibido un ofrecimiento de dinero para que evite reconocer a un narco: Juan Harry Gaete Allende. Esta propuesta aparentemente se originó en el abogado Ríos y el policía Martín Bazán. Feiner no aceptó y la maniobra fue denunciada, pero “el expediente fue archivado por el juez Bento pese a la prueba obrante en la causa y sin formular imputación contra las personas indicadas por la Fiscalía de Instrucción”, se lee en el requerimiento de elevación a juicio.

Por otro lado, también genera expectativa la declaración de la escribana María Betania Navarro, quien intervino en la elaboración de una escritura de venta de un departamento de la Quinta Sección a una empleada del juzgado de Bento, Carolina Bartolini. El dato llamativo es que ese departamento se lo compró a Javier Ortega, quien está imputado en el megajuicio por el supuesto pago de sobornos millonarios en el mismo juzgado: más de 700.000 dólares, según la denuncia.

La compra resulta sospechosa porque Bartolini realizó la operación inmobiliaria luego de intervenir en diversas acciones de la causa por contrabando que se seguía en el juzgado de Bento contra Ortega, como por ejemplo la toma de indagatorias a él y al otro acusado, Juan Carlos Molina.

La empleada judicial permanece de licencia, pero la compra de departamento que hizo ya se investiga por fuera de este juicio y el propio tribunal que juzga a Bento pidió que la escribana Navarro presente, antes de declarar, “toda la documentación” que tenga sobre Ortega, Diego Aliaga y Martín Ríos, entre otros.

También pidió que envíe documentos sobre diversos inmuebles. Entre ellos, el famoso departamento adquirido a Ortega, que se ubica en calle Avellaneda de Capital.

Los aportes de familiares y allegados de Diego Aliaga

Una prueba de la importancia en el juicio de las personas vinculadas a Diego Aliaga fue la declaración que dio su hermano, Gonzalo Aliaga, hace dos semanas.

El familiar del empresario asesinado contó espontáneamente en el juicio que vio al empresario a bordo de una camioneta Amarok que pertenecía al juez Bento. Según ha dicho dijo el juez, Aliaga tenía aquella camioneta porque era “vendedor de vehículos”. Sin embargo, en el juicio, su hermano afirmó que Aliaga le preguntó cuánto podía valer.

La declaración de Gonzalo Aliaga dejó a la vista también una nueva vinculación de Diego Aliaga con Jaime Alba, otro de los abogados que estaban presuntamente en la cima de la organización delictiva de Bento. Se trata de un lote de El Challao que compraron los Aliaga, donde el grupo comía asados. En esas reuniones, que datan desde hace más de seis años, según indicó Gonzalo Aliaga, también participaba otro “organizador”: Luciano Ortego.

El hermano del empresario asesinado reconoció también que le envió numerosos mensajes a Diego Aliaga mientras estaba desaparecido. Y dijo en el juicio que los guarda aún en su teléfono celular.

Para la Fiscalía esto es un elemento de mucho peso, ya que parte de la acusación se basa en los chats de Diego Aliaga con el juez obtenidos de la tarjeta SIM del hombre muerto. La defensa de Bento los desconoce como reales, pero esa tesis podría caer al comprobarse que otras conversaciones extraídas de la misma fuente sí existieron.

Otro hijo de Aliaga es Juan Ignacio, quien estuvo imputado por falso testimonio pero recibió por la vía del acuerdo una “probation” de un año, porque el delito es excarcelable.

Juan Ignacio Aliaga declaró primero que no conocía a ninguno de los presuntos integrantes de la banda, pero otras pruebas lo contradijeron. También hay registros en video que lo muestran ingresando al barrio Dalvian en la camioneta Amarok de Bento. Si el juicio es largo, como se presume, podría volver a la sala de audiencias, esta vez, en carácter de valioso testigo.

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