Los gobiernos de Argentina y Bolivia renegociaron las condiciones de compra de gas natural; se trata de la quinta adenda de un convenio vigente desde 2004, por la cual nuestro país recibirá en 2021 hasta 14 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) durante los meses de invierno, lo que significará un 30% menos de lo entregado en 2020.
Según la agencia de noticias Télam, el acuerdo incluye una baja del precio del gas que Argentina le compra a Bolivia como consecuencia de la imposibilidad del vecino país no sólo de poder cumplir con los volúmenes del contrato original firmado por los ex presidentes Néstor Kirchner y Evo Morales, sino los acordados en la cuarta adenda que venció el 31 de diciembre de 2020.
La baja en los volúmenes de gas importados desde el vecino país, se suman a la caída de la producción local, que según analistas del sector en 2020 fue de 7,5% respecto de 2019. En el Gobierno esperan que la caída se detenga con un programa de incentivos incluidos en el Plan Gas 2020-2024. En la subasta realizada el 3 de diciembre pasado, se recibieron 16 ofertas por 67 millones de metros cúbicos diarios adicionales a los que ya se extraen de los yacimientos. Aún con este programa, se estima que Argentina deberá incrementar la importación de gas natural licuado.
Tras las negociaciones iniciadas en junio, Bolivia se comprometió a enviar 11 MMm3/d de enero a abril; luego incrementar a 14MMm3/d para los meses más fríos de mayo a agosto, para reducir a 13MMm3/d en septiembre y caer a 10 MMm3/d en el último trimestre de 2021.
Estos volúmenes previstos para 2021 serán un 30% inferiores a los inyectados desde Bolivia durante 2020, año en el que se alcanzaron picos de 20,4 MMm3/d por la demanda invernal.
Durante las negociaciones, la contraparte representada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos llegó a ofertar un volumen plano de 10 MMm3/d para los dos periodos estacionales, lo que fue rechazado por la Argentina, que solicitaba picos de 18 MMm3/d y valles de 7MMm3/d.
Así, para el próximo año se mantiene la pretensión argentina de contar con mayor inyección de gas en los meses de invierno, cuando tiene demanda local insatisfecha, y reducir el resto del año cuando logra mayor disponibilidad con la producción de sus cuencas gasíferas.
La imposibilidad de la producción Boliviana de cumplir con mayores volúmenes obligará a la Argentina a analizar la sustitución por la alternativa de importar mayores cargamentos de Gas Natural Licuado, por lo cual en la negociación se acordó una reducción en los precios de venta.
El acuerdo de la quinta adenda fue suscripto por el presidente de la empresa Integración Energética Argentina(IEASA - Ex Enarsa), Andrés Cirnigliaro, en en coordinación con la Secretaría de Energía y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
Tras darse a conocer el acuerdo, el secretario de Energía, Darío Martínez, resaltó la importancia para los dos países de la firma de la quinta adenda al acuerdo, al considerar “muy positivo haber llegado a un acuerdo en tiempo récord con el nuevo gobierno de la hermana República Boliviana”.
A pesar del acuerdo por la quinta adenda, que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2021, Martínez expresó que “lamentablemente el pronunciado declino de la producción boliviana de Gas, hace que YPFB haya tenido que disminuir de manera sensible su compromiso de inyección para el invierno”.
Bolivia, que llegó a entregar más de 20 MM m3 diarios en el pico del invierno de este año, solo comprometió 14 MM para pleno invierno de 2021, a causa de la profunda baja de producción de sus yacimientos, lo que representa una merma de inyección del 30%.
Ambos países acordaron precios menores a los de la adenda anterior, como forma de compensar los mayores volúmenes de GNL que Argentina deberá importar a causa de la merma en la inyección comprometida por YPFB durante el Invierno próximo. Sin embargo, la información de la agencia oficial no incluyó los precios que pagará argentina, ni las condiciones de pago.
La Secretaría de Energía explicó que durante la negociación la contraparte Boliviana, representada por YPFB, justificó en razones geológicas el progresivo y sostenido declino de la producción, que obliga a disminuir drásticamente los volúmenes que pueden comprometerse a inyectar.