La Cámara Federal de la Plata decidió este viernes apartar el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena de la megacausa en la que se investigan presuntas maniobras de espionaje ilegal perpetradas desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Mauricio Macri contra dirigentes como Cristina Fernández de Kirchner y Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
El camarista Roberto Lemos Arias, titular de la Sala 1, hizo lugar a un planteo que impulsaron algunos de los abogados de los ex espías que quedaron detenidos en el megaoperativo que ordenó Villena para dar con 22 imputados y que se concretó esta semana.
“Entiendo corresponde hacer lugar a las recusaciones planteadas a fin de salvaguardar la garantía constitucional de la imparcialidad del juzgador”, indicó Lemos Arias según la resolución que difundió temprano este vierne.
En su pronunciamiento, se remarca que “resulta imperioso que en la presente causa se investigan hechos de notoria gravedad institucional, que ameritan que sean investigados profundamente con la intervención de un juez sobre quien no recaiga ninguna duda sobre su imparcialidad, y que se encuentre en una clara posición de objetividad para valorar la prueba recolectada y decidir la situación procesal de personas imputadas”.
El camarista platense entendió que Villena no puede continuar con esa investigación porque fue quien habilitó a la AFI a realizar tareas de prevención ante eventuales atentados terroristas, que incluían el acceso a las cámaras de seguridad de accesos a la Capital Federal, del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y del monitoreo de 911.
Lemos Arias resolvió por ello “apartar” a Villena del expediente, que ahora podría quedar en manos de Juan Pablo Auge, otro magistrado de Lomas de Zamora que actualmente lleva adelante la investigación por el supuesto espionaje ilegal contra el Instituto Patria y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La decisión del camarista platense se conoció cuando Villena se encaminaba a continuar tomándole declaración indagatoria a los imputados que quedaron detenidos en el megaoperativo que se implementó esta semana.
Incluso el jueves a última hora, Villena esperaba tomarle declaración indagatoria a la ex coordinadora de Documentación Presidencial Susana Martinengo, señalada como quien recibía en Casa Rosada parte de los informes producidos por los espías agrupados en un grupo de whatsapp denominado "Super Mario Bros", en referencia al personaje de videojuegos que se desplaza por cañerías.
Una de las ex espías que declaró fue Mercedes Funes Silva quien confirmó haber visitado la Casa Rosada en una oportunidad, durante 6 minutos, para llevar documentación a la oficina de documentación presidencial para quien ahora reconoce como Martinengo, según informaron a Télam fuentes judiciales.
Su estrategia de defensa y la de otros espías fue la de señalar que recibía órdenes a través del ahora detenido Alan Ruiz, ex jefe de Operaciones Especiales, quien las impartía y repartía entre todos los agentes y que solo él y sus superiores podían saber que la información iba a parar a legajos que, vistos en forma completa, confirmarían el espionaje político ilegal.
Funes Silva, una de las primeras en terminar de comparecer durante varias horas, respondió preguntas del tribunal y pidió que se incorporara a su declaración el texto que presentó ante la Comisión Bicameral de seguimiento de organismos de inteligencia del Congreso donde afirmó que la información que recolectaba el equipo que integraba "subía de manera pormenorizada a (Silvia) Majdalani y (Gustavo) Arribas".
"La AFI era una sola y su estructura de mando también era única, piramidal y comenzaba en Gustavo Arribas, continuaba en Silvia Majdalani y en lo que respecta a la cadena de mandos mis superiores fueron las personas que ocuparon sucesivamente el cargo de director de Contrainteligencia, de Operaciones y Operaciones Especiales", sostuvo, Funes Silva cuando se presentó ante el Congreso según informó esta agencia.
La ex espía, que supo alquilar un departamento de su familia a la AFI, contó cómo se dio ese acuerdo comercial y relató pormenores de las maniobras de espionaje sobre la ex presidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Otro de los ex espías que declaró ayer fue Leandro Araque, uno de los que registró mayor cantidad de ingresos a la Casa Rosada, quien aportó datos sobre tareas de seguimiento al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, indicaron fuentes judiciales.
Un dato que comenzó a cobrar fuerza en la jornada de ayer y que continuó creciendo hoy es que las defensas de algunos de los acusados comenzaron a tantear la posibilidad de que sus defendidos desanden el camino del arrepentimiento, con lo que tendrían que reconocer su participación en los ilícitos investigados y apuntar "hacía arriba" para conseguir los beneficios procesales que la ley prevé.
El acuerdo de colaboración lo podrían alcanzar por la vía de la fiscalía que si los acepta debería poner tal acuerdo, registrado con los "medios técnicos idóneos" ?según establece la ley del arrepentido- a consideración del juez Villena, que sería finalmente quien decidirá si lo homologa o lo descarta.
Hasta el cierre de esta jornada, uno de los espías seguía sin entregarse ante la justicia y le había vencido el plazo para no ser declarado en rebeldía: se trata de Martín Terra, amigo personal de Arribas y ex marido de la modelo Analía Maiorana, esposa del vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, quien figura entre las víctimas del espionaje ilegal.