¿Es posible correrse de las urgencias que imponen los dos últimos meses seguidos con la inflación de un 4 por ciento, un índice de pobreza del 40 por ciento y la pandemia omnipresente en todos los asuntos de la vida cotidiana? Ese es el desafío que le espera a Gustavo Béliz, quien hoy asumirá al frente del Consejo Económico y Social, un ámbito creado por el Gobierno nacional para que se debatan y fomenten políticas de Estado a largo plazo.
El Secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno nacional hará uso más que nunca del nombre que lleva su oficina en la tarea que le asignó el Presidente Alberto Fernández. El CES fue una promesa de campaña cuando Fernández era candidato del Frente de Todo en 2019. También mencionó su creación en su primer mensaje ante la Asamblea Legislativa en marzo pasado. La recreación del frustrado “Pacto Social” impulsado por el peronismo en 1973 parece estar detrás de la conformación del Consejo. La pandemia, entre otras urgencias, postergó su conformación.
“Tenía el propósito de que el Consejo Económico y Social sea aprobado por ley para empezar a ponerlo en marcha, pero me parece que se puede dilatar mucho en el tiempo y entonces estoy pensando en ponerlo en marcha rápidamente”, dijo Fernández en noviembre del año pasado.
Finalmente este viernes al mediodía se constituirá el Consejo, con su presentación formal en el CCK. Allí, el Presidente Alberto Fernández anunciará la conformación de una mesa de trabajo en la que se sentarán 25 representantes de los empresarios, los gremios, los sectores académicos y de la sociedad civil. Ayer, ante la pregunta de este medio, desde prensa de Presidencia no se precisaron las entidades invitadas por el gobierno para participar de la primera reunión del CEyS, aunque se presume que la CGT y las CTA, la UIA, centros universitarios y la Conferencia Espiscopal (también fueron invitados representantes de otros credos religiosos) acudirán a la cita. Tampoco se sabe aún quiénes serán los representantes sectoriales que participarán del Consejo.
La idea, según trascendió por un paper del Gobierno, es que las conclusiones a las que arribe el Consejo “sean dictámenes de consenso”.
De acuerdo a información oficial, “los ejes prioritarios de trabajo serán a mediano y largo plazo, vinculados al desarrollo de políticas de Estado” y entre las temáticas que abordará el Consejo “se destacan el futuro del trabajo y las nuevas tecnologías, el desafío educativo estructural, las cuestiones medio ambientales y la productividad con cohesión social”.
Gustavo Béliz viene preparando la conformación y funcionamiento del Consejo a través de reuniones previas mantenidas con organismos y representantes internacionales respecto a experiencias similares a las que se va a encarar. Para tal caso se analizaron “los casos de Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia y Países Bajos”, informó el Gobierno. También se tomó como referencia el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.
“Las preguntas que el Presidente Alberto Fernández propone que el Consejo responda son: ¿Cómo promover las decisiones estratégicas y los trabajos del futuro? ¿Cómo atender la agenda del cambio climático? ¿Cómo atraer la riqueza argentina en el exterior, con fines productivos? ¿Cómo generar mejores instituciones?”, se informó desde la Casa Rosada.
En un principio, Alberto Fernández había manifestado su intención de que Roberto Lavagna presidiera el CEyS. “No es un momento adecuado para (la conformación de) un Consejo Económico y Social”, dijo en su momento Lavagna. Manifestó su preocupación ante la “rigidez” que observaba en los distintos sectores sociales. “Tienen una actitud de no ceder en nada. El Consejo puede convertirse en un árbol de Navidad al que acudan todos para pedir sin ofrecer algo”, graficó el exministro de Economía y también dos veces candidato presidencial, según confió a este medio un dirigente lavagnista.
La misma fuente agregó que Lavagna teme que la puja actual por los precios y salarios pueda afectar la idea primaria con la que se convoca al Consejo, que es arribar a “políticas de Estado sostenibles en el tiempo y aceptadas por todos los sectores”.
Desde el Gobierno se remarcó que el CEyS “no será un ámbito para discutir temas coyunturales y de cortísimo plazo, como por ejemplo el acuerdo de precios, salarios y paritarias, que se canalizará a través de una mesa de coordinación de otra naturaleza”.
El año pasado, el Gobierno intentó ubicar a Béliz al frente del BID, pero la administración Trump, rompiendo una tradición, impuso por primera vez en la historia del organismo a un estadounidense. Así, Mauricio Claver resultó votado en la asamblea del BID.
Béliz integra la mesa chica de consulta presidencial en Olivos, junto al jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el Secretario General de la Presidencial, Julio Vitobello.
La confianza del Presidente en Béliz se vio reflejada la semana pasada, cuando lo sentó a su lado, junto al ministro Basterra y al canciller Solá, para recibir en la Casa Rosada a la Mesa de Enlace.