A sus 34 años, Álvaro Martínez representa la renovación dirigencial del Pro mendocino. El joven diputado provincial reemplaza como presidente partidario a Omar de Marchi, el líder histórico en Mendoza del partido fundado por Mauricio Macri. Claro que este “trasvase generacional” no significa que el diputado nacional abandone las riendas del partido: Martínez es un dirigente de su extrema confianza, tanto que ha desarrollado su carrera política al lado del ex intendente de Luján.
También lujanino, Martínez fue presidente de la juventud del PD en la primera década de los 2000, cuando De Marchi era un dirigente ganso con proyección. Después, en 2014, ambos saltaron al Pro y abrieron la “sucursal” del macrismo en Mendoza. En 2017 y de la mano de su jefe político, Martínez llegó a la Legislatura en las listas de Cambia Mendoza.
Ahora, el “Laucha” -como le dicen sus íntimos- asume el liderazgo partidario al haber ganado “por abandono” las elecciones internas, ya que la lista opositora de los legisladores provinciales Pablo Priore y Hebe Casado no cumplió con todos los requisitos y los comicios previstos para el domingo pasado se suspendieron.
-¿Por qué hubo tantas peleas y acusaciones en la interna?
-Porque había dos objetivos muy diferentes. Estamos los que venimos trabajando hace mucho tiempo en el Pro, con la voluntad de consolidarlo en cada uno de los departamentos, de que sea un Pro fuerte, con identidad y peso propio, que pelee los liderazgos, dejando bien en claro que queremos gobernar y transformar Mendoza; y del otro lado tenemos una lista que pretendía ser un apéndice de otro partido, que pretendía destruir al Pro y lo que se había logrado, destruir su independencia. El liderazgo de Omar (De Marchi) es un liderazgo generoso, de apertura, como se ha visto en esta interna: la mayoría de los presidentes departamentales son jóvenes y yo tengo 34 años. Hay una gran apertura para mujeres también. Ese es un tipo de liderazgo que pone incómodos a muchos.
-Usted públicamente denunció que el radicalismo se había metido en la interna del Pro. ¿Qué señales vio de esto?
-No desconfiamos de que la cúpula del radicalismo haya bajado una orden, pero sí a través de ciertos dirigentes vinculados con algunos municipios que abiertamente decían que estaban colaborando con la otra línea. Eso a nosotros nos alienta, porque demuestra que ponemos nerviosos a algunos dirigentes. Pero mi tuit no fue contra el radicalismo: no nos gusta que ningún partido se meta en nuestra casa, y menos si somos socios en una coalición de gobierno exitosa y donde gobernamos uno de los municipios más importantes, con Sebastián Bragagnolo en Luján. Por eso nos molesta que se quieran inmiscuir en nuestra fuerza para debilitarnos o querer partirnos. Porque no es que había dos listas o dos líneas internas: estaba el Pro de un lado y algunos dirigentes que tienen otros intereses que no sabemos bien cuáles son, del otro.
-¿Cree que Cornejo estuvo detrás de la candidatura de Priore?
-(duda)... No sé si Alfredo estuvo detrás, si sé que algunos dirigentes de esa fuerza política estuvieron colaborando activamente. Y había una clara intención personalista de la otra lista, con un senador provincial y una diputada provincial preocupados por tuitear en vez de estar preocupados por la agenda de la gente.
-¿Y no hubiera sido mejor que hubiera votación para definir esas diferencias?
-Queríamos ir a elecciones, estábamos preparados para ir el domingo. Le concedimos todos los plazos que ellos querían para poder competir, ellos no se presentaban y les extendíamos los plazos para que pudieran cumplir. Y llegado el viernes en que teníamos que presentar las boletas para ir a votar, nosotros llegamos con las nuestras y ellos no. Es como ir a jugar al fútbol y el otro equipo no se presenta. Y no solo no se presenta sino que después dice que nosotros no los dejamos jugar, cuando nosotros estábamos en la cancha dispuestos a jugar un partido que iba ser interesante, porque era la primera vez que el Pro por medio de sus afiliados iba a elegir sus autoridades. La verdad que nos quedamos con gusto a poco, porque queríamos competir y demostrar cuál era el camino que los afiliados del Pro querían. Que es este de la consolidación propia, de la expansión territorial y donde quede claro en Cambia Mendoza que nosotros también queremos gobernar la provincia. Pero siempre sabiendo que hay que cuidar la coalición porque corremos el riesgo de que gobiernen otras fuerzas políticas que a lo único que se dedican es a buscar impunidad y atropellar instituciones.
-¿Qué va a pasar ahora con Priore y Casado, van a seguir dentro del Pro?
-Va a pasar lo que ellos quieran que pase. Sinceramente no sé qué decisión van a tomar, nosotros siempre tenemos como bandera el diálogo y los consensos, los tuvimos desde el primer día en que comenzó este proceso interno. Pero también es cierto que para el diálogo y el consenso se necesitan las dos partes. Priore y Casado no tenían voluntad de diálogo sino la intención de destruir, de hacer un show mediático y judicial.
-Usted dice que el Pro tiene intenciones de gobernar. Es un claro mensaje al radicalismo.
-Cambia Mendoza no es de un solo partido sino que es una coalición. Nosotros somos uno de los socios más importantes y queremos gobernar todas las intendencias que podamos, porque creemos que fortaleciendo al Pro se fortalece Cambia Mendoza. Queremos que en la Legislatura tengamos más representación de la que tenemos hoy, en los concejos deliberantes también. Y marcar una forma de gestión distinta para lograr los cambios transformadores que Mendoza necesita. Y tenemos ejemplos para mostrar: la intendencia de Omar en Luján, la de Sebastian ahora, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, nuestros legisladores y concejales que tienen una forma distinta de ejercer el poder y de entender la política.
-¿Le van a pedir a la UCR más lugar en las listas legislativas?
-Sí. Ahora estamos esperando que el Gobernador tome la decisión de si vamos en la elección en conjunto con la Nación o no. Y ahí se va a abrir un plazo de charlas, de negociaciones, para buscar los mejores hombres y mujeres para representar a Mendoza en el Congreso Nacional. Pero para eso todavía falta; mientras no sepamos cuándo son las elecciones, tenemos que tener la cabeza en la agenda de la gente y salir un poco de la cabeza de los dirigentes. Sí sabemos que vamos a pelear y a buscar los consensos necesarios para que más hombres del Pro integren tanto listas a nivel nacional como provincial
-¿Suárez debe desdoblar las elecciones o no?
-Creo que sería mucho mejor adherir al calendario nacional por una cuestión, primero, de que Mendoza ahorraría plata. Y después, porque en estas legislativas nacionales se pone mucho en juego y Mendoza tiene que ser una de las provincias donde mejor le vaya a Juntos por el Cambio. En esta elección nacional los mendocinos y los argentinos nos jugamos mucho, para evitar que sigan pasando las cosas catastróficas que están pasando a nivel nacional, donde el único plan que han dejado claro Alberto y Cristina es buscar la impunidad para los amigos. Era un país donde habíamos tomado un rumbo, pese a los errores del gobierno de Mauricio Macri, de apertura al mundo, de lucha contra la corrupción, de lucha contra el narcotráfico. Eso se pone en juego en las próximas elecciones y Mendoza tiene que ser un ejemplo. Y ese ejemplo, creo, es unificando las elecciones.
-¿Cómo lee la reaparición de Macri en este momento, justo cuando Larreta y Bullrich discuten quién es el líder que debe sucederlo?
-La reaparición de Mauricio siempre nos entusiasma, es un ex presidente de la república y uno de los líderes indiscutidos del Pro y de Juntos por el Cambio. Ha dejado pasar un tiempo prudencial donde se ha hecho la mea culpa que se tenía que hacer, se han tomado decisiones que se tenían que tomar y ahora me pone muy contento que esté de vuelta en el ruedo político. Porque tenemos que consolidarnos trabajando juntos y mostrarnos como una verdadera alternativa, cada uno desde su posición: Horacio como jefe de gobierno, Patricia como presidenta del Pro a nivel nacional y Mauricio como un ex presidente con el peso político que eso implica. Y trabajando los tres con un mismo objetivo, que es volver al gobierno en 2023 y volver a poner a Argentina por los caminos del mundo, de la apertura, de las instituciones sólidas y la transparencia.
-¿Hay lugar para un segundo tiempo de Macri? Las encuestas no le dan muy bien…
-No solo que hay un segundo tiempo para Macri sino para el Pro y para todo Juntos con el Cambio. Y Macri en la presentación de su libro en Buenos Aires lo dejó bastante claro: él dijo que no sabe quiénes van a ser los candidatos, pero sí sabe que hay que consolidar una fuerza política como Juntos por el Cambio y que no es que el segundo tiempo va a empezar, sino que ya empezó y tenemos todos que salir a la cancha y empezar a jugarlo