Mientras se debate la ley de tolerancia cero al alcohol en el volante en el Congreso de la Nación y hay una clara resistencia del Gobierno provincial a aplicarla en caso de que se apruebe, los controles viales muestran una baja cantidad de mendocinos que conducen con niveles de alcohol superior a lo permitido.
Según datos del Ministerio de Seguridad a los que accedió el diario Los Andes, desde el 1 de enero al 2 de diciembre de 2022 se realizaron 18.418 controles en rutas y calles de la Provincia. De esa cifra, un 83% (15.243 personas) presentó un nivel de alcoholemia aceptado entre 0,0 gr/l y 0,5 gr/l. En tanto que un 7% (1394) recibió multas económicas por conducir con más de 0,5 gr/l y menos de 1 gr/l. Y un 10% (1781) fue sancionado por manejar con más de 1 gr de alcohol en sangre. Ese es el límite por el cual un caso de alcoholemia pasa de un juzgado vial a un juzgado contravencional.
De todos modos, si comparamos con el mismo plazo del año 2021, hay una disminución del 19% en los controles que se realizaron. Fueron 22.674 el año anterior, es decir 4.256 personas más abordadas. Además, en 2022 hubo un aumento de alcoholemias positivas. Respectivamente, un 7% en casos leves (entre 0,5 y 1 gr/l) y un marcado 28% en casos graves (más de 1 gr/l).
En todo el 2021 se realizaron un total de 24.618 de controles, de los cuales el 88% dio negativo. Hubo un 6% (1488) que recibió actas por alcoholemia y otro 6% (1501) atravesó un proceso contravencional judicial.
Si bien la Provincia cuenta solo con 21 alcoholímetros, los municipios del Gran Mendoza y del Sur provincial, aportan los propios para que se lleven adelante los operativos.
El ministro de Seguridad, Raúl Levrino, manifestó a este medio que “Mendoza tiene una política provincial de seguridad vial a partir de la gestión de (Alfredo) Cornejo y la sanción de la Ley 9094 del año 2017. Y se profundiza en la del gobernador (Rodolfo) Suárez”.
“Esta política está sustentada sobre tres pilares fundamentales: el primero, una intensa campaña institucional a través de todos los medios sobre educación vial; el segundo, se incrementó significativamente los controles y operativos viales con datos científicos en determinados días, zonas y franjas horarias. Se realizan 60 operativos por día de controles de alcoholemia”, mencionó.
Y agregó: “Y el tercer pilar, sanciones severas por multas de alcoholemia. Todas estas acciones que se llevan a cabo en la política de seguridad vial han permitido disminuir en la provincia de Mendoza, la siniestralidad vial en un 50%”.
En este último punto, un gráfico compartido por los senadores Cornejo y Mariana Juri, en defensa de la política local, demostró que desde 2017 a 2021 la tasa de víctimas fatales por siniestralidad vial cada 100 mil habitantes bajó de 10,6 a 5,5.
(Nota de la redacción: en 2020 la tasa cada 100 mil habitantes fue de 5,2, y la cantidad de accidentes fue menor a la de 2021, pero ese dato se vio afectado por los meses de cuarententa por el Covid-19).
Otro dato que compartieron desde el Ejecutivo es que de 100 accidentes fatales que ocurren, solo el 15% corresponde a personas que manejan alcoholizadas.
Por su parte, el fiscal de Tránsito, Fernando Giunta comentó que “cuando se dictó la Ley de Tránsito hubo un gran cambio, porque empezaron a controlar mucho más y a intervenir los municipios. Después, con la modificación del Código Contravencional se le dio competencia a los jueces contravencionales para cuando la persona condujera más de un gramo de alcohol”.
“Con respecto a los accidentes con lesiones graves, gravísimas o muerte, hay muchos casos en los cuales son por alcohol”, remarcó.
El debate en el Senado de la Nación
El jueves pasado los senadores de la comisión de Infraestructura, Vivienda y Transporte le dieron dictamen favorable al proyecto de Ley de Alcohol cero al volante de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), organismo del Ministerio de Transporte. De esta manera, la iniciativa llegará al recinto en esta semana y lograría la sanción definitiva.
El proyecto propone que la única graduación de alcohol en sangre para la conducción de vehículos motorizados a nivel nacional sea cero, tal como sucede actualmente en 12 provincias y más de 40 ciudades de todo el país. La medida apunta a reducir la siniestralidad vial provocada por conductores alcoholizados. A nivel nacional se trata de la primera causa de muerte en personas menores de 35 años, donde el alcohol está presente en 1 de cada 4 de estos incidentes de tránsito, esgrime la iniciativa entre sus fundamentos.
En Mendoza hubo una fuerte reacción del Gobierno provincial y el sector vitivinícola, al verse sus intereses económicos afectados. El gobernador Rodolfo Suárez criticó la medida y dijo el martes pasado que “se podría haber legislado en base al rango etario, es decir que de cierta edad a tal otra, haya un tipo de tolerancia”.
Entonces aseguró que no habrá adhesión de Mendoza sí se aprueba. “El tránsito es una facultad de la Provincia. Lo dice nuestra ley. Para aplicar otra, nosotros deberíamos adherir a esta nueva ley. Y desde este Gobierno no se va a mandar adhesión a la Legislatura, en caso de que se sancione”, afirmó y aclaró que se aplica la legislación de la Provincia, “aún en las rutas nacionales”.
Los senadores Cornejo y Juri, ambos de Juntos por el cambio, se opusieron fervientemente y militaron la réplica del “modo Mendoza” en la Nación como alternativa. Es decir, sanciones más duras y mayores controles para detectar a conductores alcoholizados.
De este modo, las miradas se pusieron sobre la senadora Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos), quien no se había definido al respecto hasta que se llevó adelante el debate en comisión. De hecho, Suárez y Cornejo la presionaron públicamente para que utilizara su “influencia” sobre la vicepresidenta Cristina Kirchner para que no avance el proyecto.
Ante esto, la legisladora respondió: “Decidí que el ámbito de discusión de esta ley es este recinto. Además, todos los mendocinos saben desde hace mucho tiempo que yo estoy de acuerdo con la ley de alcohol cero, desde que era candidata a gobernadora en el 2019. Esta misma discusión se dio en la provincia de Mendoza”.
“Yo no especulo con lo que pienso y lo digo, más allá de las consecuencias y los aprietes de los medios de comunicación o los gobiernos de turno, tanto de Cornejo como Suárez. Las convicciones las sostengo. Les puede gustar o no a las encuestas de los mendocinos pero es lo que pienso”, afirmó y explicó que son un “puñado de dirigentes bodegueros, porque no es la industria vitivinícola y no son los productores ni los trabajadores” los que se oponen.
“No voy a frenar una ley de la que estoy convencida, voy a trabajar para que sea sancionada lo antes posible”, sentenció Fernández Sagasti.