“La adversidad no está entre nosotros, está afuera”, sentenció ayer el presidente Alberto Fernández al encabezar un acto en la provincia de Santa Fe, donde no respondió las críticas lanzadas momentos antes por la vicepresidenta Cristina Kirchner pero envió un fuerte mensaje al interior del Frente de Todos.
“La adversidad se llama derecha, entendámoslo de una vez por todas. La adversidad no está entre nosotros, está afuera y nos sigue amenazando todos los días. Un día le ponen una pistola en la cabeza a Cristina y otro día le ponen la pistola en la cabeza al pueblo argentino”, aseveró Fernández.
El presidente participó, en la ciudad de Santa Fe, de la 5° Feria del Libro Nacional y Popular, junto al expresidente de Bolivia, Evo Morales. En ese marco citó el lema de la Constitución que convirtió a Bolivia en un Estado Plurinacional: “Unidad en la diversidad para enfrentar a la adversidad”.
“Es perfectamente aplicable a nosotros”, sugirió Fernández en medio de la interna que atraviesa la alianza gobernante en distintos frentes, como la política económica y la continuidad de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
El jefe de Estado le habló a “los que seguimos creyendo, como nos enseñaron Perón y Evita, que nada es más importante que el pueblo, que nosotros somos representantes de los que no tienen voz, nosotros representamos a los desposeídos a los descamisados de Evita”.
“Si seguimos creyendo todo eso, no tenemos otra alternativa que unirnos indisolublemente para enfrentar a la derecha y volverle a ganar”, subrayó en uno de los pasajes más aplaudidos por el auditorio, y remató: “Si existen diferencias entre nosotros (porque pueden existir), saldemos las diferencias”.
Así se pronunció Fernández poco después del discurso que brindó Cristina en un plenario de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en la localidad bonaerense de Pilar, que marcó la reaparición pública de la vicepresidenta tras el atentado que padeció hace dos meses.
Cristina confesó allí que “no se arrepiente” de haber elegido a Alberto como cabeza de fórmula en 2019, pero renovó las críticas al Gobierno al reclamar que se implemente una suma fija para recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores. Desde Santa Fe, Fernández eligió no referirse al planteo de su vice, pero intentó poner paños fríos en la relación.
En primera fila lo escuchaban el legislador provincial Leandro Busatto, quien abrió el acto; el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi; el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Germán Martínez; la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; y la portavoz Gabriela Cerruti.
Lula y la región
El presidente dedicó buena parte de su mensaje a recordar los años de gobiernos progresistas en la región y advirtió que “debimos soportar cuatro años del gobierno norteamericano a cargo de Donald Trump, que hizo todo para disolver la unidad latinoamericana y avaló un golpe de estado en Bolivia”.
A su vez, Fernández celebró la victoria de Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil, pero advirtió que “la experiencia” de ese país “debe llamar nuestra atención”.
“La crisis argentina ha generado desgano, desazón, desesperanza, la idea de que no hay un horizonte. Ese ánimo que se multiplica en los medios de comunicación. La derecha tiene un campo orégano para sembrar más desánimo y para sembrar antipolítica, para sembrar odio a la política. Lo acabamos de ver en Brasil y lo vemos todos los días en Argentina”, alertó.
Antes, Evo Morales se sumó al festejo por el triunfo de Lula y consideró que con él “vuelven los tiempos de Fidel (Castro), de (Hugo) Chávez, del hermano Néstor Kirchner, otra vez recuperando la soberanía”.
Además, el exmandatario boliviano opinó que “con esto se acaba el Grupo de Lima” (que Argentina abandonó en 2021) y también llamó a “relanzar la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas)”.
Asimismo, calificó a la OEA (Organización de los Estados Americanos) como “enemigo de la integración” y como “instrumento de intervención”, y por otra parte recordó el “No al Alca” decretado hace 17 años en Mar del Plata junto a Kirchner y otros mandatarios latinoamericanos.
Por su parte, Fernández también resaltó la potencialidad de industrias como la de los biocombustibles, el litio y el hidrógeno, y eligió la decisión tomada por Morales de nacionalizar los hidrocarburos, al destacar que “hoy muchas empresas privadas explotan, pero el propietario es Bolivia y la tajada más grande se queda en Bolivia”.
Agenda cargada
Antes de volar a Santa Fe, Fernández mantuvo una agenda cargada desde temprano. El jefe de Estado inició la jornada en la provincia de Buenos Aires con un acto de entrega de viviendas en la localidad de Monte Grande, junto al nuevo ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Santiago Maggiotti, y al intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray.
Más tarde, Fernández recibió en Casa Rosada a las autoridades de CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), ADUBA (Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires) y del sindicato Luz y Fuerza.
Tras esa reunión, de la que participaron los ministros de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, y de Educación, Jaime Perczyk, el Gobierno resolvió actualizar de manera trimestral la movilidad jubilatoria de docentes y trabajadores de energía eléctrica.