De manera sorpresiva, el presidente Alberto Fernández modificó su agenda y se bajó de un acto que tenía previsto encabezar en la localidad bonaerense de Almirante Brown. Sin demasiadas explicaciones, en la Casa Rosada solamente indicaron que el Jefe de Estado no tiene previstas otras actividades y trascendió que podría recibir al senador de Río Negro, Alberto Weretilneck, en el marco de las gestiones para aprobar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
“Va Santiago Cafiero”, se limitaron a señalar los voceros del gobierno cuando este medio les preguntó por qué el primer mandatario decidió no encabezar el acto para poner en marcha el “Programa Nacional de Fortalecimiento de la Seguridad en la Provincia de Buenos Aires”.
Además, las mismas fuentes agregaron que el Presidente no tiene previstas otras actividades en su agenda para lo que resta del día.
En tanto, trascendió que Alberto Fernández podría recibir al senador Weretilneck mientras arranca en el Senado de la Nación el debate para darle la media sanción definitiva al proyecto oficial con el que se busca legalizar la interrupción del embarazo.
Aunque los voceros oficiales dijeron desconocer esa posibilidad, se presume que el Presidente podría analizar con el mandatario provincial una serie de cambios a la iniciativa que giró la Casa Rosada.
El Senado iniciará este martes la sesión, que se estima finalizará mañana y cuyo desenlace todavía es incierto debido a la paridad que existe entre los legisladores que apoyan la iniciativa y los que la rechazan.
Esta iniciativa fue enviada por el Gobierno al Congreso junto a otra conocida como el Plan de los 1000 días, para la protección de las mujeres embarazadas y los primeros años de la infancia, que será debatida y votada en la misma sesión.
El proyecto del IVE será puesto a consideración en una sesión especial que se iniciará a las cuatro de la tarde y de la cual la mayoría de los legisladores participará de manera remota, como ocurrió desde que se declaró la pandemia por coronavirus.
De acuerdo con la decisión parlamentaria emitida por la Presidencia de la Cámara, sólo se permitirá la presencialidad a poco más de una docena de senadores en el recinto: cuatro por cada uno de los dos bloques mayoritarios (el Frente de Todos y Juntos por el Cambio) y seis por las demás bancadas.
El resto de los legisladores deberá pronunciar sus discursos a través de la plataforma Webex que viene utilizándose desde mayo y que funcionó sin mayores inconvenientes durante los meses de pandemia.
El resto del edificio permanecerá cerrado y no se permitirá el paso a personas ajenas al estricto protocolo parlamentario dentro del hemiciclo.
Tampoco se habilitarán los pasillos y la prensa que se acreditó especialmente para esta sesión, alrededor de ochenta reporteros, será ubicada en el atrio del edificio y en el Salón de las Provincias, contiguo al Salón Azul y por donde suelen ingresar las autoridades nacionales cada vez que asisten a la sede legislativa.
El proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo y aprobado por la Cámara de Diputados, el 11 de diciembre último y con 131 votos a favor, cuenta con apoyos y rechazos en el Senado, por lo que la definición se conocerá con el transcurrir de la sesión o, tal vez, en el mismo momento de la votación.
Por ahora, los números están muy parejos, con una leve ventaja a favor de la aprobación del proyecto.
