En lo que fue la tercera y última jornada de la IX Cumbre de las Américas, el presidente Alberto Fernández planteó que la reunión del G7 ampliada prevista para fin de mes en Alemania, “es una oportunidad para poner un norte y generar un ámbito para terminar la guerra en Ucrania”. Fernández habló en el plenario desarrollado en el Convention Center de Los Angeles, Estados Unidos, ante los mandatarios llegado a la cumbre. De acuerdo a fuentes de Presidencia, Fernández expuso que la guerra estaba generando hambre y daños económicos a los países y que Sudamérica.
En la jornada de cierre, los mandatario participaron de la foto oficial en el Convention Center. Fernández se ubicó en la primera de las tres filas dispuestas, la misma en la que posó el anfitrión, el estadounidense Joseph Biden.
Tras la foto oficial, Biden habló brevemente con tres presidentes sudamericanos: Fernández, el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro; y su par de Colombia, Iván Duque. El presidente argentino, ante los periodistas argentinos que viajaron a cubrir el evento, negó que su discurso del jueves, en el que reprochó las exclusiones de Cuba, Venezuela y Nicaragua, le hubiera valido un reproche de Biden o de otros mandatarios de la región.
En el plenario de cierre de esta tarde, Fernández les recordó al resto de los mandatarios que América es el productor casi absoluto de las proteínas del mundo y eso los puede poner en situación de fuerza para mitigar los daños de la guerra. Ya el jueves planteó el desarrollo “de una verdadera Asociación Estratégica Común”, para la región. “Les propongo dos grandes objetivos: organicemos continentalmente la producción de alimentos y proteínas y desarrollemos nuestro enorme potencial energético y de minerales críticos para la transición ecológica”, puntualizó
El presidente Biden consideró que la guerra no es un problema de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, (OTAN), sino del mundo. El mandatario anfitrión apuntó a encontrar instrumentos, en forma urgente, para enfrentar en los países de América el daño económico, y consideró que es importante encontrarle a Rusia una salida “sin humillación”.
En tanto, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, entendió que Sudamérica mira al norte con desconfianza porque esa región mira al sur “en defensa de valores democráticos, pero no en el desarrollo”.
En la reunión se firmaron cinco documentos: un proyecto de plan de acción interamericano sobre gobernabilidad democrática, uno denominado “Nuestro futuro sostenible y verde”, un proyecto de programa regional para la transformación digital, oro sobre un plan de acción sobre salud y resiliencia en las Américas y el restante denominado “Acelerando la transición justa hacia la energía limpia, sostenible y renovable”.
Previo al plenario, Fernández mantuvo distintas reuniones. Se encontró con el presidente de Chile, Gabriel Boric, y con el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom.
El jueves se reunió con el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, y con Trudeau. “En ambas reuniones hablamos de la preocupación por la demanda de alimentos en el mundo y la inflación”, contó Fernández.
Ante periodistas argentinos, Alberto Fernández dijo que la invitación a la Argentina a la Reunión del G7 responde a la posición que él expresó al presidente de Francia, Emmanuel Macron y al canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, en su reciente gira por Europa respecto de que “el tema de la guerra no debía ser una discusión del norte, debe ser una discusión del mundo, porque en el sur se padece la guerra enormemente”.
Fernández explicó que su objetivo en la Cumbre es “construir puentes y derribar muros”. El presidente argentino dejó un discurso fuerte en su paso por Los Angeles. Criticó el “derecho de admisión” que aplicó Estados Unidos con Cuba, Venezuela y Nicaragua; también censuró los bloqueos y embargos en la región y también pidió cambios en la Organización de Estados Américanos y en el Banco Interamericano de Desarrollo.
“Antes de venir a la Cumbre tuve demasiadas charlas con funcionarios del gobierno de los Estados Unidos. Sabían lo que yo iba a decir. Fue una posición muy honesta de mi parte, como también del gobierno americano. Ellos sabían qué pensaba, qué quería transmitir en la Cumbre, y no hubo ningún tipo de sobresalto”, explicó. Fernández participó de la cumbre como representante de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), y en su condición de tal, invitó a Biden a participar del plenario que se realizará en diciembre, en Buenos Aires. El presidente de los Estados Unidos dijo que espera ansioso la invitación.