El presidente Alberto Fernández mantuvo una reunión esta tarde con la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, en la que trataron sobre la situación en la zona andina de la provincia, donde se registraron hechos de violencia contra instituciones locales y nacionales en medio del ataque mapuche.
“Esta tarde me llamó el Presidente de la Nación @alferdez para conversar sobre la situación que se vive en #El Bolsón. Condenó los hechos de violencia y me expresó su voluntad de colaborar para la resolución de estos conflictos”, contó la gobernadora en Twitter.
Y agregó: “Agradezco la presencia de Gendarmería Nacional en la región y el apoyo que se le está brindando a la Fiscal Federal para la investigación de los ataques perpetrados en El Bolsón y en Bariloche”.
La reunión entre Fernández y Carreras fue pasada las 14 de este sábado, el jefe de Estado se comunicó la mandataria y en un tono “amable” intercambiaron impresiones sobre la realidad de la región. Ambos coincidieron en la necesidad de “llevar a cabo un trabajo en conjunto entre la Provincia y la Nación”.
“El presidente Fernández condenó los hechos de violencia y me expresó su voluntad de colaborar para resolución de estos conflictos”, señaló la gobernadora Carreras, según la gobernación rionegrina.
Fernández y Carreras destacaron “el buen diálogo que siempre ha caracterizado” al Gobierno nacional con la provincia de Río Negro y ratificaron “la voluntad de seguir trabajando en conjunto”.
Tensión y falta de apoyo
En una carta enviada a la gobernadora días atrás, cuando Carreras pidió ayuda, el Presidente había afirmado que “no es función del Gobierno brindar mayor seguridad a la región”.
En esas mismas líneas, Fernández señaló además que “es la propia Ley 24.059 de Seguridad Interior la que define que las fuerzas federales y provinciales actuarán en conjunto, cuando se encuentren empeñadas en el restablecimiento de la seguridad interior”.
Pese a esto, el Presidente señaló que como su Gobierno “sostiene como esencia del desarrollo político una excelente relación con los gobiernos provinciales”, había decidido, a través del Ministerio de Seguridad, “asistir en esta ocasión a la provincia” con efectivos de Gendarmería “que patrullarán la zona en cuestión”.
Pero la respuesta del Presidente ante el conflicto generó las críticas por parte de la oposición, que acusó al Gobierno de alentar a los violentos y abandonar a los vecinos de El Bolsón.