Con el anuncio del voto favorable de la radical entrerriana Stella Maris Olalla, los verdes consiguieron el número para sancionar esta madrugada la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Minutos después también confirmó su acompañamiento la otra senadora indefinida, la patagónica Lucila Crexell, del Movimiento Neuquino. De esta manera, los verdes suman 37 votos positivos, dos más que los necesarios para la sanción, contra un techo de 33 de los celestes, que inclusive puede caer.
La tendencia asoma irreversible: la interrupción voluntaria del embarazo será ley.
“Por cuestiones de salud pública estamos tratando de reducir las muertes y las consecuencias gravísimas de las mujeres que acuden en la clandestinidad que es absolutamente insegura para resolver el problema de los embarazos no deseados”, dijo Olalla a las 21.38 y minutos después anticipó que votará a favor y, con ello, la victoria del sector verde. Media hora después la afianzó Crexell, con su discurso a favor del proyecto.
Olalla, una radical de 77 años, sostuvo que se trata de una cuestión de salud pública, de ampliación de los derechos de las mujeres y de que la Argentina es “un Estado laico que prescinde de cuestiones religiosas”.
La votación del proyecto, a juzgar por la extensa lista de oradores (se anotaron 59), está prevista para entre las 4 y las 5 de la madrugada.
La jornada es histórica, porque después de 99 años el Congreso modificará el Código Penal para que el aborto deje de ser un delito, siempre y cuando se realice hasta la semana 14 de gestación inclusive.
Después de ese plazo, de acuerdo con la media sanción de Diputados, que será convalidada por el Senado, los abortos solamente serán permitidos en casos de violación, de embarazos de menores de 13 años (que también son fruto de violaciones) y de riesgo para la salud de la persona gestante.
A pesar de que hasta antes de las 22 se desconocía la postura de Lucila Crexell (Movimiento Neuquino), que junto con Ollala fueron las dos senadoras que mantuvieron en incógnito su postura hasta este martes, parecía muy difícil de cambiar el destino: la derrota del sector celeste, que ya avisó a través de sus principales referentes que acudirán a la Justicia contra la ley, a la que consideran inconstitucional.
Los celestes, según cálculos provisionales, tendrían como techo 33 votos, aunque podrían ser menos si se confirman algunas versiones sobre gestiones realizadas por el oficialismo verde y por el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández, que según pudo saber La Voz se encargó personalmente de conseguir votos para que sea aprobado su proyecto.
Es que, a diferencia de 2018, cuando la iniciativa fue presentada por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, con las firmas de más de 70 diputados nacionales, esta vez el proyecto fue enviado por la Casa Rosada, con un gobierno peronista al frente. La redacción se atribuye a la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, mano derecha del presidente Fernández y autora de un proyecto de despenalización del aborto siendo senadora de la Nación, entre 2001 y 2007.
Qué dijeron los senadores
A las 16.08 de este martes, y con 67 senadores presentes, la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, dio inicio a una sesión histórica, en que la Cámara Alta debate por segunda vez en el recinto una ley de despenalización y legalización del aborto.
Varias horas antes del inicio de la sesión, afuera del Congreso se congregaron miles de militantes verdes, a favor de la ley, y de militantes celestes, los antiabortistas, que rechazan la iniciativa, y tenían previsto continuar en la plaza durante la madrugada para esperar el resultado de la votación.
El primer asunto de debate es la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y el segundo, ya para bien entrada la madrugada, un proyecto que en el Poder Ejecutivo califican de complementario: el Programa de los 1.000 días, de asistencia y acompañamiento a las mujeres embarazadas.
