El 9 de julio del año pasado, en una fría noche tucumana, la mayoría de los gobernadores firmaron el Pacto de Mayo. Además de los diez puntos a los suscribieron, entre ellos Alfredo Cornejo, se acordó convocar a un Consejo de Mayo. Este órgano debería trabajar en los proyectos necesarios para convertir aquella declaración política en una realidad.
Seis meses después de la rúbrica, el Consejo no fue convocado y va camino al archivo. No obstante, en el Gobierno provincial minimizan la decisión del presidente Javier Milei -aunque hubo ofrecimientos para que Cornejo formara parte- porque priorizan los objetivos por sobre una mesa de representantes y advierten que hoy, la atención pasa por contener la inflación.
El año pasado mucho se habló del Pacto de Mayo que terminó firmándose en julio y en Tucumán. Fue la primera foto de Cornejo y Milei, aunque tenían buena sintonía y habían hablado varias veces. Tal es así que el Presidente pretendía que el gobernador mendocino integrara el Consejo de Mayo, creado -según el Gobierno Nacional- para que la firma no quedara solamente en lo declarativo.
Este órgano “colegiado consultivo de debate y elaboración de proyectos de leyes y demás actos administrativos necesarios para la implementación de los lineamientos acordados en el Pacto de Mayo”, según se definió en el Boletín Oficial del 16 de julio del año pasado, tenía representantes de distintos ámbitos.
Firmaron el Pacto de Mayo: Jorge Macri (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Leandro Zdero (Chaco), Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Hugo Passalacqua (Misiones), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
Inviolabilidad de la propiedad privada, equilibrio fiscal innegociable, reducción del gasto público, educación con alfabetización plena y sin abandono escolar, reforma tributaria, rediscusión de la coparticipación federal, explotación de los recursos naturales del país, reforma laboral moderna, reforma previsional y apertura al comercio internacional eran los ejes sobre los que velaría la mesa de representantes.
Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa, y Gustavo Melella (Tierra del Fuego), todos de extracción peronista no fueron parte de la firma. Claudio Vidal (Santa Cruz) no pudo asistir pero había quedado en firmar después.
Presidido por el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, su composición estaba determinada por un consejero de cada sector: del Poder Ejecutivo Nacional, de las provincias y la Ciudad, del Senado, de la Cámara de Diputados, de los gremios y de los empresarios. La intención era que Cornejo fuera el representante de las provincias. Federico Sturzenegger fue el único confirmado como consejero por el Gobierno Nacional.
De hecho, en la única visita de Milei a Mendoza desde que asumió en el Poder Ejecutivo, insistió cara a cara con la propuesta. Cornejo no respondió esa vez, tampoco. La duda del mandatario provincial era el arduo trabajo que implicaría conseguir que se pusieran de acuerdo para avanzar los 19 gobernadores que firmaron el pacto “fundacional” del presidente. Y además, quería que la elección fuera consensuada entre todos.
Necesidades versus reformas
Con el correr de los meses, se dejó de hablar del Pacto de Mayo y del Consejo. Las necesidades coyunturales demandaban atención y los diez puntos que delineaban reformas más estructurales, pasaron a segundo plano.
“Hoy el Gobierno está enfocado en contener la inflación, no en las reformas todavía”, dicen en la Casa de Gobierno mientras se preguntan para qué se creó el Consejo que no fue convocado. Explican que los diez puntos son lineamientos de reformas estructurales, que hoy seguirían firmando con “las dos manos” pero que la realidad reclama atender otros problemas.
Reconocen que a Cornejo dejaron de preguntarle hace tiempo sobre el tema y remarcan que nunca aceptó ni rechazó nada. Difícilmente se retome la intención de la convocatoria. Medios nacionales reflejan que a está más cerca del archivo que de reflotarse.
Si bien en el decreto reglamentario se había establecido un lapso de 30 días para que este órgano consultivo comenzara a operar, no ocurrió pero con decisión política, nadie se opondría. Sin embargo, en Mendoza no dramatizan ni reclaman por el llamado, aunque reconocen que podría haberle aportado “institucionalidad” al Pacto de Mayo.
“La idea está muy buena y los 10 puntos son muy necesarios; más allá de que se haga o no a través del Consejo. Así todo, entiendo que se ha apuntado a cumplir con el objetivo propuesto”, dijo Natalio Mema, ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial a Los Andes y considera que el rumbo “va encaminado”.