El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Gerardo Werthein, explicó las razones de su ausencia en la ceremonia con el papa Francisco este lunes en el Vaticano para conmemorar el 40° aniversario del Tratado de Argentina y Chile, que dio fin al conflicto territorial del canal Beagle, y habló de un “desencuentro” entre ambos países.
“Durante el G20 (celebrado en Río de Janeiro la semana pasada), tuvimos algunas circunstancias que aconsejaban que este no era el mejor momento para hacernos presentes en forma personal”, dijo el canciller escuetamente en una entrevista en el canal TN. ”Esta no concurrencia de mi parte tiene que ver con lo que ocurrió en Brasil”, confirmó.
“Tuvimos un desencuentro que prefiero no particularizar, que fue protagonizado, porque estuvo presente, por el cardenal (Pietro) Parolín”. “Ellos (por el Vaticano) conocen perfectamente lo que ha ocurrido y yo personalmente le envié una carta al Santo Padre”, reveló, sin precisar cuál fue el problema, en medio del malestar del Vaticano y los cuestionamientos que recibió de parte de un grupo de excancilleres argentinos.
Werthein aclaró que sí mandaron a los embajadores ante Roma y la santa Sede, Marcelo Martín Giusto y Pablo Beltramino, respectivamente. Más allá de todas estas cuestiones, el funcionario intentó dejar en claro que las relaciones con el Vaticano y Chile, como país, no sufrieron ningún tipo de deterioro.
“Argentina, lejos de tener problemas, tiene una muy buena relación, y la va a seguir teniendo, con el Vaticano. Así que a la brevedad, y cuando el Santo Padre así lo disponga, yo voy a estar muy gustoso de ir a visitarlo, saludarlo y presentarle mis respetos”, manifestó Werthein.
“A veces las relaciones entre las personas pueden tener ciertos tropiezos, pero nada obstaculiza que mantengamos la relación con un país hermano, vecino y querido. Y valoramos enormemente el esfuerzo que se hizo entonces, liderado por el cardenal Samoré y con la visión del Papa Juan Pablo II”, recordó sobre el tratado firmado en 1984 y que evitó una guerra tras más de dos tercios de siglo de disputa.
Representantes de Chile y Argentina bajaron el tono al “desencuentro”
El canciller de Chile, Alberto van Klaveren, y el embajador de Argentina ante la Santa Sede, Pablo Beltramino, insistieron este lunes en la necesidad de continuar con la amistad y colaboración entre ambos países.
“La elección del camino de la paz ha sido un principio rector para Argentina y Chile desde entonces y nos ha permitido no sólo superar ese conflicto particular, sino también emplazar los cimientos para construir y consolidar una relación bilateral que hoy después de 40 años es un ejemplo a nivel mundial”, señaló Beltramino.
El embajador argentino agregó que “Argentina y Chile están llamados a ser un modelo de integración y cooperación en la región, demostrando que es posible resolver las diferencias por la vía del diálogo y el respeto mutuo”.
Por su parte, el canciller chileno Van Klaveren afirmó que este tratado de paz “es también un mensaje que queremos proyectar al mundo” y añadió: “Nuestras naciones son un ejemplo de cómo la diplomacia y el diálogo. Pueden prevalecer desde nuestro lugar al sur del mundo”.
“Queremos compartir nuestra experiencia y contribuir al fortalecimiento de la paz y la cooperación internacional, mostrando que es posible resolver las diferencias a través de la negociación y la búsqueda de soluciones justas y duraderas”, destacó.