Política de Estados Unidos hacia América Latina - Por Rosendo Fraga

Es por washington por donde pasa la decisión más relevante sobre la deuda externa argentina.

Política de Estados Unidos hacia América Latina - Por Rosendo Fraga
Política de Estados Unidos hacia América Latina - Por Rosendo Fraga

La gira del Presidente argentino Alberto Fernández por Europa, reuniéndose con el Papa y los jefes de Estado y de gobierno de Italia, Alemania, España y Francia, ha tenido como prioridad, lograr apoyo para la renegociación de la deuda externa.

Pero es por Washington por donde sigue pasando la decisión externa más relevante para este tema. Por esta razón, resulta relevante analizar, cuales son las prioridades y los intereses de la Administración Trump en la región.

En la visión de largo plazo, la política de EE.UU. hacia América Latina tiene como prioridad neutralizar el avance de China y Rusia en la región. En términos claros y contundentes, el Director para el Hemisferio del Consejo de Seguridad Nacional, Mauricio Clave Carona -no es funcionario de carrera, es de origen cubano y es  quien tiene relación más directa con Trump sobre el área- dijo públicamente “China solo dejará dependencia, deuda y corrupción en America Latina”. Hoy, el 83% de la exportación de soja de Brasil va a China. No es un problema para la Casa Blanca, pero sí lo es que avance en la región la tecnología G5 de comunicaciones china a través de Huawei, o que más países latinoamericanos se sumen al proyecto de la “Nueva Ruta de la Seda” que partiendo de Lejano Oriente atraviesa toda Eurasia, incorporando el norte de África, el Medio Oriente y América Latina. Implica para los países de la región participar en importantes obras de infraestructura con financiamiento de China.

En cuanto a Rusia, la política es impedir su influencia en el plano estratégico militar. En los primeros días de enero, se ha confirmado la presencia de mercenarios rusos -en realidad son fuerzas especiales encubiertas- en el estado venezolano de Táchira, fronterizo con Colombia. Es el tipo de situación que EE.UU. quien impedir.

La presencia de Irán y Hezbollah a través de Venezuela, es otra influencia que genera prevención en Washington, como se puso en evidencia en la reunión del Secretario de Estado con Juan Guaidó.

El objetivo permanente es mantener la estabilidad y la influencia en México, dada la proximidad geográfica al territorio estadounidense, la importancia del fenómeno hispano y los problemas de seguridad. Una política de largo plazo en este sentido es el acuerdo de libre comercio, que era denominado NAFTA y que incluía a EE.UU., Canadá y México. Ha sido renegociado y ha pasado a denominarse T-MEX siendo aprobado este mes de enero por el Senado estadounidense. Pero en lo inmediato, la prioridad para Trump es impedir la inmigración ilegal desde México. Este mes el presidente mexicano, Andrés López Obrador, reforzó el despliegue militar en la frontera sur, entre el estado mexicano de Chiapas y Guatemala, a fin de impedir el avance de una caravana de migrantes salida de Honduras, para llegar a EE.UU. a través de México. Al mismo tiempo, Trump reiteró su intención de avanzar con la construcción del muro en la frontera entre EE.UU. y México, reasignando 7.200.000 millones de dólares del presupuesto del Pentágono con este fin (1,4% del total). También ha presionado al Presidente mexicano por mayor eficiencia en la lucha contra el narcotráfico y observa el proyecto presentado en el Congreso mexicano para legalizar el consumo de marihuana.

Producir “cambios de régimen” en los países populistas de la región es un objetivo de corto y mediano plazo para EE.UU. en América Latina.

Venezuela es el caso central en este momento, al cumplirse el 23 de enero un año desde que Juan Guaidó fuera elegido por la asamblea -dominada por la oposición- como “Presidente Delegado”. Su salida clandestina del país, para reunirse con Colombia con el Secretario de Estado de los EE.UU. Mick Pompeo y el presidente colombiano, Iván Duque, fue un fuerte desafío para Maduro. Ello sucedió cuando Guaidó -que ahora inicia una gira por Europa- se había debilitado por su falta de resultados y el gobierno chavista analizaba detenerlo.

Trump ha aumentado las sanciones económicas contra el régimen cubano, buscando asfixiarlo económicamente. Reducir el turismo estadounidense es una de ellas. Pero la crítica situación económica de Venezuela opera también para hacer más difícil la situación del régimen cubano, que tiene experiencia en sobrevivir a las dificultades económicas.

En la misma línea se encuentra Nicaragua, cuyo Presidente (Ortega) está imponiendo un régimen totalitario, como lo tiene Cuba y lo está consolidando Venezuela.

El 3 de mayo se realizan elecciones presidenciales en Bolivia, convocadas por el Gobierno Provisional de la presidente Añez. El ex presidente Evo Morales acaba de presentar su candidato a Presidente (Arce, su ex ministro de economía).

Promover la unidad de las fuerzas políticas opuestas al populismo en el país, es la política que se impulsa desde Washington para evitar el retorno del populismo. Esta política también implica presionar por una definición favorable hacia Washington de países que como Argentina pretenden una posición intermedia. Cabe señalar que sólo cuatro países de la región (México, Argentina, Cuba y Nicaragua) no reconocen a Guaidó.

En el corto plazo, la política regional de Washington busca lograr la reelección del Secretario General de la OEA (Almagro) sostener los gobiernos “amigos” en dificultades y profundizar la alianza con Brasil. El secretario general de la OEA -un diplomático uruguayo- ha jugado junto con Washington tanto en la crisis de Venezuela como en la de Bolivia. La falta de apoyo en los países del Caribe, hizo que el Secretario de Estado de los EE.UU., los reuniera en Jamaica para que apoyen la reelección, resistida por los países populistas y los que intentan mantener una “tercera posición”. Tendrá ahora el apoyo de Uruguay desde que el 1 de marzo cuando asuma el nuevo Presidente, Luis Lacalle Pou.

La política de Washington implica también sostener tres gobiernos que en los últimos meses de 2019, se vieron afectados por protestas violentas: Ecuador, Chile y Colombia.

El 26 de enero tienen lugar elecciones legislativas en Perú para elegir un nuevo Congreso, tras la disolución del anterior por parte del presidente Vizcarra. El interés de Trump es que el resultado lo fortalezca.

En Paraguay, comienza a preocupar el avance del crimen organizado proveniente desde Brasil.

En América Central, Pompeo acaba de visitar Costa Rica, un país alineado con Washington -al igual que todos los de esta subregión con la excepción de Nicaragua- desde el cual prevé realizar cualquier despliegue militar que fuera necesario.

Puesto en este contexto, lo que EEUU requiere de Argentina en este momento, pasa por una oposición activa al gobierno de Maduro en Venezuela, no apoyar a Evo Morales en la elección boliviana del 3 de mayo, apoyar la reelección del actual secretario general de la OEA y evitar los acuerdos con China en áreas estratégicas. No es un desafío fácil para el gobierno argentino, dada su relación de fuerzas interna.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA