Policías y civiles complicaron la situación de Petean sobre la muerte de los efectivos

“Tendría que haber matado a todos los milicos”, dijo el acusado cuando fue arrestado según declaró una uniformada.

Policías y civiles complicaron la situación de Petean sobre la muerte de los efectivos
Policías y civiles complicaron la situación de Petean sobre la muerte de los efectivos

“La camioneta se cruza de carril, se va al de la derecha donde estaban los policías y se fue directo a la moto (de los dos efectivos atropellados). Podría haber seguido de largo; no sé por qué doble para el lado de ellos”.

“Le vi el rostro (a Sebastián Petean). Me di cuenta por la velocidad y la forma de actuar que les tiró encima la camioneta a los policías. No tenía miedo; lo vi muy concentrado en el manejo”.

“No se resistió cuando lo detuvimos. En el traslado nos pateó las puertas de auto y las descuadró. Gritaba: ‘tendría que haber matado a todos los milicos’”.

Estos tres testimonios, pertenecientes a otros tantos testigos, complicaron marcadamente la situación de Sebastián Petean Pocoví (35), acusado de apuñalar a su mujer y luego, en la huida, atropellar y dar muerte a dos policías motorizados.

Ayer, durante la segunda jornada del primer juicio por jurado de Mendoza, el tema central de la jornada -luego de que en la primera se tratara la agresión a la mujer- fue la frenética huida del imputado, que terminó con la muerte de los uniformados Jorge Carlos Cussi (32) y Daniel Horacio Ríos (40).

Uno de los testimonios más importantes fue el de Fabio Aranda, el oficial inspector que se encargó de comandar la persecución que se extendió por unos 45 kilómetros por la ruta provincial 82, a una velocidad superior a los 140 kilómetros por hora.

El uniformado contó que durante la persecución la camioneta Ford Ranger de Petean derrapó en una curva y casi atropella a un grupo de niños que jugaba en la zona de montaña durante la jornada del 25 de mayo del año pasado.

Por la frecuencia policial, Aranda ordenó que no se interpusieran a la marcha de la camioneta porque “podía embestir al que quisiera pararlo”.

Pese a ello los auxiliares Florencia Medina y Pablo Ávila, improvisaron con su Fiat Siena una barricada en la zona de “la playita de Luján” que fue sobrepasada por Petean. “En ningún momento se detuvo. Nos tiramos a la banquina para que no nos atropellara”, declaró luego Medina.

Adriana Campagna, una mujer que estaba en una cabaña de la zona disfrutando del fin de semana, fue una de las testigos que presenció el trágico final de la persecución.

“Salí a andar en bicicleta y vi el helicóptero volar bajo. Veo pasar a la moto con los dos policías que se estacionan. Viene la camioneta de frente, se cruza de carril para la derecha donde están los policías. Da dos tumbos y queda con las ruedas para arriba”, explicó la mujer.

Luego contó que al acercarse vio “a la moto enterrada y los dos policías muertos”.

En ese momento, cuando llegó Campagna, la Policía estaba esposando a Petean y metiéndolo al Siena de Medina.

Tanto la mujer policía como su compañero coincidieron al repetir la frase que dijo el detenido: "Tendría que haber matado a todos los milicos".

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