Oficiales de la Policía de la ciudad estadounidense de Largo, en Florida, ingresaron a una casa funeraria para intentar desbloquear un celular con las huellas digitales de su propietario, que era la persona fallecida, con el argumento de esclarecer las causas de su muerte.
El cadáver es de Linus Phillips, de 28 años, quien falleció por un disparo que recibió a manos de la Policía el 23 de marzo último en una estación de servicio, informó el diario local Tampa Bay Times.
De acuerdo con el relato de Victoria Armstrong, novia de Phillips, dos detectives se presentaron en la funeraria Sylvan Abbey en Clearwater, con el teléfono en cuestión.
Luego fueron llevados hasta el cadáver del hombre y trataron de desbloquear su celular sosteniendo las manos del cuerpo sobre el sensor de huellas dactilares del aparato, aunque no tuvieron éxito. "Me sentí tan poco respetada y violada", remarcó Armstrong en declaraciones al diario.
Por su parte, el teniente Randall Chaney sostuvo que se trató de un intento fallido por acceder y preservar la información en el teléfono, con el objetivo de ayudar en la investigación de la muerte de Phillip y en una pesquisa separada sobre drogas que también involucra al fallecido.
Si bien Chaney dijo que los detectives no creían que necesitaran una orden judicial porque no hay expectativa de privacidad después de la muerte, la acción no está en línea con las intenciones de la familia de Phillips.
"Si bien la persona fallecida no tiene un interés personal en los restos de su cuerpo, la familia sí lo hace", manifestó Charles Rose, profesor y director del Centro para la Excelencia en Defensa. en la Stetson University College of Law.
"Hay un componente macabro que preocupa a la mayoría de la gente", agregó. Según Chaney, hay un intervalo de 48 a 72 horas para acceder a un teléfono usando el sensor de huellas dactilares de un cadáver.
La policía devolvió el teléfono dentro de esa ventana, pero después de que el cuerpo fuera liberado de la custodia del Estado a la funeraria.
El asunto atraviesa debates que van desde los dilemas legales y éticos de la seguridad de los datos hasta las protecciones que deben mantenerse cuando muere una persona.