El hombre de 31 años de edad que fue abatido por una efectivo de la Policía mendocina, cuando intentó asaltarla esta mañana en Las Heras, tenía un amplio prontuario en el que se destacaban causas por agresiones, coacciones y amenazas, todas con arma de fuego. Horas más tarde, con el resultado de pericias preliminares ya en mano, la Justicia determinó que el delincuente abordó a la policía con un arma de fabricación casera. La ministra de Seguridad y Justicia respaldó a la uniformada.
Juan Ariel Azcurra vivía en el barrio Molinero Tejeda, en El Plumerillo. Al menos ese era su domicilio legal. El próximo 8 de diciembre, cuando se recuerde la Inmaculada Concepción de María, iba a cumplir 32 años.
Sus antecedentes delatan que era una persona violenta y acostumbrada a usar armas de fuego. La última que utilizó despistó a los primeros uniformados que llegaron al descampado ubicado sobre avenida San Martín y Bartolomé, en Panquehua. Entonces se informó que se trataba de “un pedazo de hierro o similar”, con el que Azcurra golpeó en la cabeza a su víctima.
Horas después, el Ministerio Público Fiscal informó sobre el secuestro de “un arma tipo tumbera que, de acuerdo a las pesquisas realizadas por la Policía Científica, pertenecía al sujeto” abatido. Además, la Justicia determinó que la policía se defendió de un ataque. “Una efectivo de la Policía de Mendoza utilizó su arma reglamentaria al disparar a Juan Ariel Azcurra cuando éste intentó asaltarla en la vía pública”, se aseguró en un comunicado oficial.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, Azcurra abordó a la auxiliar de 45 años de edad a las 7.45 cuando la mujer, que vestía de civil, se disponía a regresar a su casa luego de haber acompañado a su hijo a tomar el colectivo para ir a la escuela.
Fue entonces cuando fue sorprendida por el asaltante, que se le abalanzó y la golpeó con un fierro. Tras un forcejeo, la policía logró sacar su arma reglamentaria, una pistola calibre 9mm marca Taurus, y abrió fuego para repeler el ataque.
El Ministerio de Seguridad y Justicia sólo indicó que la efectivo “efectuó disparos para repeler la agresión” pero no precisó cuántos fueron ni en qué partes del cuerpo de Azcurra impactaron. Transcendió que fue un disparo en el tórax el que terminó con la vida del hombre, que quedó tendido sobre la vereda.
Violento y armado
Juan Ariel Azcurra comenzó a acumular expedientes en su contra el 10 de mayo de 2012 por “agresiones con toda arma”, el 19 de marzo de 2014 sumó una causa por amenazas simples y días más tarde otra por coacciones agravadas por uso de arma de fuego.
El 9 de mayo de 2016 se libró una orden de captura en su contra. En septiembre de ese mismo una causa por tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil también llevó el nombre de Azcurra.
Y el 13 de junio de 2017 acumuló otra con idéntica carátula.
La ministra de Seguridad respaldó a la policía
La ministra de Seguridad y Justicia de la provincia, Mercedes Rus, apoyó a la policía que abatió a Azcurra al hablar de un caso de legítima defensa. “Es una situación triste. Hemos estado acompañando a la oficial desde el Ministerio de Seguridad. Hemos estado con ella, no sólo a través de Asistencia al Policía sino también la gente del área de Asistencia a las Víctimas y los psicólogos”, detalló la funcionaria en conferencia de prensa.
“Ha estado Investigaciones recabando y reconstruyendo cómo fue el suceso. En ese sentido, se ha detectado un arma tumbera en el lugar, que ya fue secuestrada. Esto da cuenta de una amenaza contundente de parte del agresor fallecido. (La policía) tiene lesiones, eso habla de la agresión ejercida por este atacante”, añadió Rus.
Y fue contundente: “La verdad es que nosotros vemos una situación clara de legítima defensa. Creo que desde el Ministerio Público lo ven así también”.
Rus contó que la policía atacada ya está en su casa, aunque “muy conmocionada porque estas situaciones no son fáciles de atravesar cuando el resultado es una víctima fatal”, advirtió.
Y reiteró: “Entendemos que su accionar ha sido en el marco de la legítima defensa”.