La Justicia debió convocar al Grupo Especial de Seguridad (GES) de la Policía mendocina para detener en Junín a un hombre que habría mantenido a su pareja encerrada y que la habría golpeado brutalmente. Ante la gravedad del hecho, los uniformados debieron irrumpir en la vivienda y neutralizar al sujeto con una pistola Taser.
El hombre de 43 años se encuentra detenido y fue imputado por “lesiones graves en concurso con amenazas coactivas”, pero desde el Ministerio Público Fiscal informaron que a este expediente se le pueden sumar otros delitos ya que la investigación está en curso.
En la madrugada del sábado, comandos del GES#y negociadores del Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS) realizaron un procedimiento en una casa de la calle Belgrano, en el Este, por orden de la ayudante fiscal Cinthia Paredero, el fiscal de Violencia de Género del Este Tabaré Vázquez y el jefe de la fiscalía de San Martín, Oscar Sívori.
Es que el viernes por la tarde ingresó una denuncia por parte de dos mujeres de una iglesia evangélica que dijeron que una mujer estaba en una situación grave, posiblemente privada de la libertad. Aportaron los datos de la víctima, de 45 años.
La mujer les había pasado a las denunciantes fotos donde se la veía golpeada, por lo que les pedía que se pusieran en contacto con familiares que residen en San Luis. Las denunciantes dijeron que la víctima estaba amenazada por su pareja, quien le habría dicho que si llegaba un móvil policial a la puerta de su casa, la iba a matar y la iba a quemar en el calefón.
Por otra parte, en el expediente “hay fotos donde se pueden ver en la cara de la mujer moretones de distinta data e incluso que le habrían arrancados algunos mechones de pelo”, explicó una fuente del caso.
Una investigación preliminar permitió constatar que la víctima estaba en una situación de riesgo, ya que estuvo desde el domingo de la semana pasada sin poder salir de su casa. Es decir que estuvo en esa situación durante, al menos, cinco días. Además, la mujer decía que no quería denunciar a su pareja, sólo daba señales de estar en una situación límite.
Ante la situación de riesgo, desde el Ministerio Público Fiscal se dio intervención al grupo especial, que irrumpió en la vivienda y redujo al sospechoso utilizando una pistola Taser.
En Mendoza sólo los grupos especiales utilizan este tipo de armas de electrochoque, que disparan proyectiles con cables que administran corriente suficiente como para afectar los músculos, principalmente las extremidades, e inmovilizar temporalmente.
El uso de las pistolas Taser que, en teoría no son letales, se realiza en dos tipos de casos: en circunstancias de “autolesiones” de alguna persona o cuando “ponen en peligro a terceras personas”, como es el caso de un posible victimario que se ‘atrinchera’ con su familia, en el interior de una vivienda. En lo que va del año, han sido utilizadas en seis ocasiones y, desde su adquisición, en 2016, unas 45 veces.
Para el caso de Junín, se estableció un punto de encuentro, se planificó y se hizo la irrupción de GES. Cuando el lugar estuvo asegurado llegaron de la Fiscalía y ordenaron el traslado del sujeto.
El hombre estuvo detenido primero en la comisaría 19 de Junín, luego en la 13 de Rivadavia y, tras ser imputado, pasó a la cárcel. Ahora, se realizarán pericias físicas y psicológicas a víctima y victimario, además tomar declaraciones a testigos del caso, entre otras medidas.
Por otro parte, se investiga si las denunciantes habían relatado el caso con anterioridad al 911 y al 144. Es decir, su hubo denuncias anteriores que no habrían sido reportadas para ser investigadas. Por eso, ya se han solicitado los registros al 911 para ver si se produjo alguna irregularidad.