El reconocido triatleta Diego Sánchez Cabezudo protagonizó un violento episodio luego de que fuera detenido por circular en bicicleta junto a otros ciclistas por la Ruta 11. El triatleta fue demorado por efectivos policiales y, al resistirse, fue arrestado por desacato. El hecho quedó registrado en video por los acompañantes de Cabezudo, quienes intentaban tranquilizar a las partes e impedir que la situación escalara.
El hecho ocurrió ayer en cercanías de Las Macetas camino a Chapadmalal, sobre la ruta provincial 11. Los uniformados se presentaron en el lugar luego de que un automovilista denunciara la presencia de los ciclistas que ponía en riesgo a estos y a terceros. Al dar con Cabezudo, las autoridades le notificaron que estaba prohibido transitar en bicicleta por la autovía e impidieron su paso.
Tal como se puede ver en los videos compartidos en redes, el triatleta aseguraba que no estaban cometiendo ninguna falta. Sin embargo, cuando uno de los efectivos notó las cámaras la situación comenzó a escalar. “Filmame y yo me voy a comunicar con el fiscal y vamos a ver si nos dan la autorización porque ustedes no pueden circular por la ruta”, amenazó una uniformada luego de que Cabezudo los enfrentara con un “¡Deteneme!”.
El episodio se tornó más insólito cuando uno de los tres oficiales intentó agarrar la bicicleta del deportista y este gritó “si me rompen la bici es tu culpa. ¡Sácame la mano de la bicicleta! Secuestrámela”. Acto seguido, se puede ver cómo los uniformados redujeron a Cabezudo en el suelo mientras intentaban esposarlo.
Por la reducción, el marplatense resultó con heridas en la cabeza y fue arrestado por “resistencia a la autoridad”. Una vez detenido, fue trasladado a una comisaría y puesto en libertad horas más tarde.
En diálogo con C5N, el triatléta contó: “Hace 20 años que pedaleo en esta ruta y vivo acá, muy cerquita. Nunca supuse que la Policía me iba a atacar. Nos pararon diciendo que un automovilista nos había denunciado. Veníamos transitando uno atrás del otro, lo más pegados a la banquina posible. Hablamos con ellos y les dijimos que estaban equivocados, porque conocemos la legislación y sabemos que en la ruta provincial se puede”.
Sobre el escandaloso accionar de los efectivos, denunció que fue “apretado físicamente”. “Uno sacó las esposas y yo obviamente soy deportista y me corre sangre en las venas cuando algo es injusto. Si hubiera sido justo y yo hubiera cometido una infracción, pago, pero en este caso se equivocó la Policía, que en vez de reconocerlo avanzó más en la equivocación”, agregó.
“Cuando me metieron una esposa en una mano, reaccioné mal y se me tiraron cuatro policías encima. La verdad es esa, yo me resistí porque me pareció un abuso total. Después, llegó un momento en el que la situación no daba para más, porque estábamos todos revolcándonos en el piso como perros. A alguien se le iba a escapar una bala... Hasta que se calmó la cosa”, reconoció.