En medio de los operativos de control realizados a lo largo de Argentina durante las celebraciones de Año Nuevo, un conductor de San Juan marcó el récord negativo al registrar el dosaje positivo de alcoholemia más alto del país: 2,85 gramos por litro de alcohol en sangre (g/l), una cifra alarmante que supera ampliamente los límites legales establecidos para la conducción.
A nivel nacional, se contabilizaron casi 200 conductores sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, el caso del sanjuanino se destacó por su gravedad, ya que, según los informes de la Policía de Tránsito, la tasa de alcoholemia detectada en este individuo representa más de cinco veces el límite permitido, que es de 0,5 g/l en la mayoría de las jurisdicciones.
Las autoridades locales informaron que el conductor fue detenido y se le impuso una multa económica, además de una suspensión temporal de su licencia de conducir. Aunque afortunadamente no se registraron víctimas fatales en este caso específico, el hecho sirve como recordatorio de los riesgos que implica conducir bajo los efectos del alcohol y la necesidad de actuar con responsabilidad en todo momento.
En cuanto al panorama nacional, los operativos de control de alcoholemia en rutas y zonas urbanas fueron intensificados durante la celebración del Año Nuevo. Los organismos de seguridad continúan instando a la población a hacer uso del transporte público o designar conductores responsables para evitar accidentes y preservar la seguridad vial.