Un hecho que podría haber terminado en tragedia ocurrió en un restaurante de comida árabe en Palermo, Buenos Aires. El dueño del local se atrincheró tras ser denunciado por un empleado al que despidió y se negó a dejar salir a quienes estaban en el lugar, incluidos dos agentes de la Policía de la Ciudad.
Pocos minutos después, más de una decena de policías llegaron al comercio ubicado en la esquina de Thames y El Salvador y comenzaron a exigirle al propietario del comercio que abra la puerta, en medio de gritos, según cuenta Clarín.
De acuerdo a fuentes policiales, un joven de 26 años fue el que llamó a la Policía después de haber sido despedido y agredido por el propietario de “Al Árabe”.
Al ingresar los dos agentes al lugar (un hombre y una mujer), el dueño del local empezó a gritar “de acá no se va nadie, los mato”, “si quiero los mato porque es mi local”.
En uno de los videos de la cámara de seguridad del local se ve cómo instantes después de que los efectivos de la Policía porteña ingresan al local y comienzan a hablar con el dueño, otro empleado cierra la puerta con llave.
Instantes después la tensión aumentó y ante la negativa del comerciante de abrir la puerta para que salgan los dos policías, los efectivos que llegaron como refuerzo comenzaron a patear la puerta bajo la amenaza de que iba a ser detenido.
Finalmente, otros policías que estaban ubicados a un costado e intentaban abrir la ventana principal del local, la rompieron e ingresaron por la fuerza, logrando en segundos reducir al propietario.
Uno de los oficiales resultó herido en un brazo por la rotura del vidrio, por lo que fue trasladado al Sanatorio Güemes.
Por disposición de la Justicia el dueño del local y el empleado que cerró la puerta con llave fueron detenidos y se le iniciaron actuaciones por “privación ilegitima de la libertad” y “amenazas simples”.