El domingo pasado un oficial de la Policía Bonaerense quedó detenido luego de matar a un ladrón que quiso robarle. El asalto ocurrió a primeras horas de la mañana de ese mismo día. Jeremías Mendoza (24) iba hacia la estación Plátanos del tren Roca en su bicicleta cuando fue sorprendido por dos presuntos delincuentes. A uno de ellos le efectuó un disparo con su pistola Glock reglamentaria, mientras que el otro huyó.
La primera versión del caso, proveniente de la propia bonaerense, indicaba que se trataba de un hecho de homicidio en exceso de legítima defensa, de acuerdo a información de Infobae. Tres días después, sin embargo, el fiscal Cristian Granados-luego de analizar todas las pruebas disponibles-dijo que se trataba de un homicidio liso y llano, agravado por uso de arma.
Mendoza, miembro de la tropa UTOI de la Policía de Buenos Aires, permanece entonces detenido por pedido del fiscal, cuya solicitud fue convalidada por el juez de garantías Diego Agüero.
La prueba más importante del caso es un video que registró una de las cámaras de seguridad de la zona. En él, se puede observar cómo Mendoza se sube a la bicicleta y se va del lugar luego de disparar. Fuentes del caso aseguraron que no llamó al 911 no pidió por un móvil de la fuerza sino que simplemente se fue a cumplir horas extra en el peaje de Hudson.
Fueron transeúntes que pasaron por la cuadra quienes llamaron a emergencias. Entonces fue hasta el lugar una ambulancia que trasladó al sujeto hasta el Hospital Evita, pero llegó allí sin vida.
“Pasando el puente detrás de un container de basura salen dos masculinos corriendo, cuando yo lo veo al primer sujeto estaba empuñando un arma en su cintura, con el que hacemos un forcejeo por la mochila, me saca la mochila y yo saco mi arma reglamentaria”, relató Mendoza en su indagatoria. Y aseguró que uno de los ladrones “efectuó un disparo”.
Y agregó: “Una vez terminado ahí, miro al otro que estaba arriba de la bici apuntándome con una pistola, por lo que yo efectúo un disparo”.
Según sus dichos, los dos delincuentes poseían armas. Además, explicó que reportó la situación sus superiores más tarde, cuando llegó al puente Hudson.
Sin embargo, el fiscal Granados no le creyó. “El fallecido es socorrido por una pareja y no tenía ningún arma de fuego. No había ningún arma del otro lado. Así, se cae su relato”, contó una fuente clave en el expediente.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, el oficial le habrá disparado al delincuente mientras se iba con su bicicleta. La luz que se ve en ese momento es del auto de la pareja que finalmente terminó socorriendo al joven baleado, identificado como Rodrigo Escalera Castro.
Tras una autopsia, se determinó que el disparo entró por el vientre, en la fosa ilíaca derecha, “con orificio de entrada y salida, el cual ingresa a nivel de la fosa ilíaca derecha y egresa del lado izquierdo, causándole una lesión en la aorta abdominal”.
