La Fiscalía de Homicidios solicitó, ante un tribunal popular, que sean declarados “culpables” los tres acusados por un crimen con tintes mafiosos que tuvo como trasfondo el negocio de las drogas.
El pedido fue realizado esta mañana por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrelo, quien solicitó la culpabilidad para Rafael Ángel Farías, Camilo Páez y Daiana Muñoz, los tres acusados de haber asesinado a Nelson “Caco” Montenegro (40), homicidio calificado como “criminis causa” y que ocurrió en mayo del 2018, en la zona del barrio San Martín conocida como el “Fuerte Apache”.
Para Pirrello hubo coautoría ya que “hubo división de tareas. Lo ataron, lo golpearon, lo apuñalaron y lo embalaron como un canelón y lo prendieron fuego. Eso fue concurso premeditado. Se pusieron de acuerdo para darle muerte a Montenegro”
Además sostuvo que existió alevosía ya que entre cuatro personas lo ataron y lo torturaron hasta matarlo. "
“Finalmente, les voy a solicitar que analicen la prueba en conjunto. Solicitamos veredicto de culpabilidad para los tres acusados”, dijo Pirrello.
Luego de que se realicen los alegatos de todos los defensores, los doce jurados deberán expedirse sobre la inocencia o culpabilidad de imputados para que luego, la jueza determine la pena, en el caso de que sean “culpables”
El caso
El 30 de mayo de 2018, en inmediaciones de unos monoblocks fue encontrado el cadáver de la víctima. Estaba cubierto con una manta, carbonizado y casi irreconocible. Cuando Policía Científica comenzó a trabajar, advirtieron que sus agresores le habían sacado el brazo izquierdo y el derecho tenía un corte a la altura del codo.
Fue identificado, inicialmente por un tatuaje que podía aun verse y luego un cotejo de ADN terminó de confirmar con certeza su identidad.
Un día después el caso ya tenía dos detenidos: Farías y Páez fueron arrestados en sus viviendas del barrio San Martín, tras las primeras declaraciones testimoniales de testigos.
Según los investigadores Farías manejaba una banda que tenía el control del narcomenudeo en cierta zona del populoso barrio capitalino. El “Caco” se habría quedado con un arma de fuego y dinero que no le correspondían, lo que motivó una venganza contra él.