Una persecución policial desatada el último martes en Guaymallén a un joven de 25 años que estaba vendiendo en Facebook electrodomésticos robados, casi terminó en tragedia luego de que efectivos le dispararan. Por la herida, Carlos Ariel Barrera, quien arrastra varios antecedentes judiciales, fue internado en el hospital Central a la espera de una imputación, mientras que a los agentes les iniciaron una instrucción sumaria para determinar si se trató de un caso de “gatillo fácil” ya que el detenido no estaba armado.
Esta historia tiene su génesis el lunes pasado, luego de que una familia denunciara haber sufrido un robo en su vivienda, de la cual se llevaron algunos electrodomésticos, entre ellos, un horno eléctrico, que más tarde sería la pieza de una investigación por parte de personal de la Unidad Investigativa de Guaymallén (UID).
Oferta en Marketplace y persecución
Uno de los delitos más frecuentes en Mendoza son las estafas virtuales y en ellas reinan las ventas de Marketplace, la página de “clasificados” de Facebook. Allí fue donde la familia víctima de la inseguridad el lunes vio que su artefacto de cocina estaba a la venta y por ello dieron aviso a Investigaciones.
Los agentes de la UID se hicieron pasar por interesados en la compra del horno. El vendedor cayó en la trampa y ambas partes pactaron encontrarse en los alrededores de la feria del mencionado departamento.
Al lugar llegó Barrera en un Daewoo Tico de color gris, con el horno en la parte trasera, pero antes de bajarse se dio cuenta de que era una emboscada y emprendió la huida que dio inicio a una persecución por parte de los policías encubiertos.
Con los móviles lograron cercar a Barrera en el barrio 11 de Septiembre pese a que antes el sospechoso los chocó con su auto. Antes de bajarse, el escurridizo joven sacó un elemento metálico, al parecer una herramienta, que para los agentes pudo haberse confundido con un arma, por lo que abrieron fuego y una de las balas impactó en él. Los segundos posteriores quedaron registrados en la cámara del celular de un vecino que horas más tarde filtró el video en el que se ve al detenido en el suelo gritando que está herido, mientras los oficiales le ordenan a gritos que guarde silencio.
¿Gatillo fácil?
Por la herida recibida, Barrera debió ser trasladado al hospital Central, donde los médicos le diagnosticaron “herida en zona intercostal derecha con entrada, sin salida, en tejido celular subcutáneo”, es decir, que la bala quedó en la piel y fue considerada “superficial”, por lo que fue dado de alta este jueves.
No obstante, a partir de ese momento se abrieron dos investigaciones: una al supuesto vendedor por parte del fiscal de Delitos No Especializados, Juan Manuel Sánchez, y otra a los policías que dispararon, por parte de la Inspección General de Seguridad (IGS).
El nombre de Carlos Ariel Barrera figuraba en varios expedientes judiciales, en su mayoría por robos. Salió de la cárcel en 2020 tras ser condenado por robos agravados con arma de fuego, pero también había sido imputado por tentativa de homicidio en 2014.
Por este último suceso ocurrido el martes, el delincuente sería imputado por “encubrimiento agravado por el ánimo de lucro, resistencia a la autoridad y daño agravado por ser cometido en venganza de las determinaciones de la autoridad”, según informaron fuentes judiciales a Los Andes.
Por otro lado, a los policías de la UID que participaron de la investigación, persecución y dispararon sus armas reglamentarias quedaron bajo instrucción sumaria, lo que significa que serán investigados para identificar quién o quiénes abrieron fuego y comprobar que al operativo lo llevaron a cabo bajo el permiso de una autoridad y no por su propia cuenta usando elementos de la Policía, según confiaron desde la IGS.
Una vez que esto quede esclarecido se procederá, o no, a una posible imputación de los uniformados.