A un mes de haber incorporado la última prueba en la causa, se confirmó que irán a juicio los cuatro detenidos que tiene el crimen de la verdulera Carina Rodríguez (42), ultimada de un disparo en San Martín durante un asalto en 2019.
El fiscal Martín Scattareggi realizó la elevación del expediente para ir debate, lo que no encontró objeción en las defensas. De esta manera, Genaro Lucero (43), su hijo, también Genaro (24), David Bravo Chaile (37) y Gonzalo Bravo Corso (36) enfrentarán un juicio por jurados en el segundo semestre del año.
Esta será la modalidad ya que el primer mencionado arriesga prisión perpetua, no así sus presuntos cómplices, quienes están imputados por otro delito.
Al principal acusado le endilgan un homicidio criminis causa -matar para ocultar otro ilícito- pero al resto de los sospechosos se los investiga por un homicidio en ocasión de robo, agravado por el uso de arma de fuego. Estos tres están frente a una pena de 13 a 33 años de cárcel, que deberá dictarles un juez si el jurado los declara culpables.
La diferencia se debe a que Lucero padre fue quien disparó el revólver que hirió en la cabeza a la víctima, mientras que Bravo Corso se quedó afuera de la verdulería a bordo de un Peugeot 307 en el que escapó esta banda. Lucero hijo estaba en la puerta como “campana” y Bravo Chaile era quien tomaba los elementos que se robaban.
Este reparto de roles para la fiscalía amerita diferentes condenas, teniendo en cuenta la responsabilidad de cada uno en el asalto. Tres de ellos van al banquillo habiendo confesado su participación, siendo el menor de los Lucero el único que asegura no haber estado en el lugar.
Precisamente el reconocimiento del autor material fue la última medida de la pesquisa, en donde intentó describir un disparo accidental como consecuencia de que la mujer se había abalanzado sobre él. Esto para los sabuesos no es así, ya que se determinó que la verdulera fue baleada en la nuca.
El 28 de julio, luego de la feria judicial, se realizará la primera audiencia preliminar a cargo de la jueza María Victoria Franano, para posteriormente fijar la fecha de inicio del debate.
Asesinada frente a su hija
Carina murió en la siesta del 21 de noviembre de 2019 en su local ubicado en la esquina de Lima y Soler, de San Martín. Estaba con su hija de 12 años, quien se transformó en testigo presencial y pudo reconocer en parte a Lucero hijo.
Los ladrones se llevaron dinero y una balanza que luego fue encontrada en poder de Bravo Chaile. Entre las pruebas también se sumó el aporte de un vecino que marcó el vehículo en el que escapaban y declaraciones de identidad reservada.