La causa que investiga el caso de Kevin González, el joven de 18 años asesinado de un tiro por parte de la Policía en Malargüe, tiene otra novedad que sorprende a la Fuerza y que dificulta aún más la situación en la que se encuentra Nadia Verdugo, la única imputada por la muerte del adolescente.
Una nueva pericia reveló que Verdugo habría sido la única que disparó el arma reglamentaria contra el joven aquella madrugada del 12 de febrero en el departamento sureño. Tras el trágico suceso quedaron cuatro policías señalados por la Justicia como los posibles autores: dos hombres y dos mujeres.
Pero en marzo pasado, la Justicia de ese departamento determinó que esos detenidos, tres de ellos fueran sobreseídos. Esto se debió a que la otra fémina aparecía en las cámaras de seguridad desarmada y en ningún momento desenfundó el arma.
Mientras que los otros dos uniformados directamente ni siquiera portaban el arma reglamentaria. Además, como prueba final para recuperar su libertad, los resultados del barrido electrónico determinaron que ninguno de ellos tenía pólvora encima.
Fue entonces que un magistrado decidió sobreseerlos y devolverles la libertad. Empero, la pesquisa liderada por el fiscal Giaroli apuntó todas sus herramientas en averiguar si la única detenida está o no vinculada a la muerte de Kevin.
Pericias comprometedoras
El Poder Judicial informó este miércoles que una de las vainas servidas que la Policía Científica encontró en la escena del crimen, cuando hicieron la recolección de pruebas, arrojó ADN de la víctima fatal. No solo eso, sino que el número de serie grabado en ese mismo “casquillo” coincide con la pistola 9mm que usaba Verdugo.
Esta última pericia le da más fuerzas a la hipótesis de que entonces el adolescente murió de un disparo por parte de la uniformada, por lo que podría enfrentarse a una acusación de gatillo fácil.
Muerte instantánea
La muerte de Kevin ocurrió pasadas las 3 en Villa Nueva y Olascoaga, cuando un grupo de jóvenes estaba protagonizando una pelea callejera en una plaza de barrio. Por ese motivo se desplazaron hasta el lugar dos móviles policiales. Pero según la versión de los uniformados, cuando ellos llegaron los muchachos se unieron en un solo grupo para atacarlos.
Pero en ese interín de lluvia de piedras, Kevin recibió un proyectil en el pecho, debajo de la tetilla izquierda, y sus mismos familiares lo llevaron a un centro asistencial donde los médicos constataron la muerte por “herida de arma de fuego con orificio de entrada en neumotórax izquierdo y orificio de salida dorso lumbar”.