Vecinos de tres barrios de Godoy Cruz protestaron este fin de semana frente a la casa de una familia cuyos integrantes están imputados en una causa de abuso sexual que estaría por cerrarse ante la falta de pruebas contundentes.
Estos presuntos abusos sexuales fueron denunciados hace más de un año por la madre de dos chicos de 6 y 10 años pero la investigación posterior no ha avanzado por falta de pruebas contundentes y los tres imputados podrían ser sobreseídos y el caso se cerraría.
Es que la pericia psicológica de la denunciante no arrojó resultados positivos y la de un menor indica que no ha sido abusado sexualmente.
“Que los imputados hayan recibido el beneficio de la prisión domiciliaria es, justamente, porque el caso es dudoso y todo hace pensar que se trataría de una falsa denuncia”, explicó una de las fuentes judiciales consultada por Los Andes.
Protesta en el carril Sarmiento
El domingo y ayer, más de 50 vecinos del barrio Covimet, Metalúrgico y la Perla de Giol, se reunieron frente a una vivienda ubicada en Sarmiento, entre Primera Junta y Vélez Sarsfield, para pedir justicia por un caso de abuso sexual que tendría como víctimas a dos niños.
En ambas ocasiones tuvo que intervenir la Policía para que el caso no pasara a mayores, ya que algunos exaltados quisieron tirar proyectiles a la vivienda donde funciona una cerrajería y otros hablaban de incendiarla. La protesta tuvo también su versión en Facebook y Twitter.
¿La denuncia está “guionada”?
Hace poco más de año, una mujer denunció en la Unidad Fiscal de Delitos Sexuales que sus dos hijos habían sido abusados por un hombre, padre del menor y padrastro de mayor. De estos abusos, dijo la denunciante, también habían participado dos hermanos del padre. Pero la denuncia fue más allá, afirmando que una tía filmaba y sacaba fotos de los mayores y los menores, durante las agresiones, en tanto que los abuelos de los chicos presenciaban los hechos.
Tras las primeras investigaciones y con indicios iniciales, el padre y los dos tíos fueron imputados por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por corrupción de menores. Otros tres integrantes de la familia quedaron como sospechosos.
Inicialmente se detectaron lesiones en uno de los chicos, que se produjeron en el momento en que el padre tenía una restricción de acercamiento, por lo que las probabilidades de que el hombre fuera el agresor quedaron en duda. También se encontró material pornográfico en la computadora de uno de los tíos pero que no son imágenes de sus sobrinos.
Contra las mujeres denunciadas las pruebas eran tan pocas que sólo se le pudo tomar una declaración informativa. El niño que declaró ni siquiera las nombraba.
Aun así, la causa se profundizó pero sin resultados. Especialistas de un juzgado de Familia enviaron un informe a la Fiscalía de Delitos Sexuales advirtiendo que uno de los menores estaría siguiendo un guión y que la tensión que sufre a la hora de contarla la historia se debería a que no puede recordar parte de ese guión.
En cambio, al otro chico todavía no se ha podido realizar una cámara Gesell porque se pone muy nervioso.
Otro dato importante es que la pericia realizada a la madre de los chicos no resulta favorable. Los psicólogos advierten que existe un odio visceral hacia su ex y toda su familia y que el relato no es convincente.
“Con todo este panorama la causa no ha podido avanzar y todo hace pensar que el caso va camino al sobreseimiento de los imputados”, explicó una de las fuentes consultada por Los Andes.
