Con poco margen de “escapatoria” ha quedado el joven acusado de querer matar a un médico del hospital Italiano en un extraño hecho ocurrido en agosto pasado en una finca de Luján. No está claro el móvil de lo sucedido, pero la fiscalía sostiene la calificación y logró la prisión preventiva. Una campera con restos de pólvora complica al sospechoso.
Agustín Roberto Anduello (19) se encuentra detenido desde el 13 de agosto y esta semana le confirmaron su detención efectiva en el penal. Las pruebas contra él son contundentes, al punto de que su defensa no se opuso a la medida de coerción.
Además de testimonios que lo sindican como el autor de los dos balazos que recibió el cirujano Jorge Nefa (53), a metros de la escena la Policía secuestró una campera que fue peritada. Este análisis arrojó la presencia de ADN del sospechoso en la prenda y pólvora tras el barrido electrónico que practicaron, material que queda en la vestimenta cuando alguien dispara un arma de fuego.
Todo indicaría que Anduello baleó a la víctima y en la huida quiso deshacerse del abrigo que llevaba.
Con este elemento clave el fiscal Gustavo Pirrello solicitó la preventiva en la cárcel, avalada por la jueza Eleonora Arenas. El abogado del acusado no presentó objeciones pero sí pidió prisión domiciliaria, rechazada por la fiscalía.
La magistrada tampoco hizo lugar a este beneficio, aunque pidió constatar y verificar las condiciones de una vivienda sugerida por el defensor y también ordenó pericias psicológicas para el presunto autor.
En este contexto, Anduello seguirá preso e imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, delito con penas de 3 años y 6 meses a 10 años en un futuro juicio. Fuentes judiciales confiaron que a la causa le quedan sólo un par de medidas para llegar al debate.
Inesperado
El hecho se registró en la tarde del martes 4 de agosto, en una finca de Agrelo ubicada en Lencinas y Cochabamba. El cirujano Nefa realizaba una recorrida por su propiedad, cuando un sujeto lo enfrentó en uno de los callejones internos del predio.
Días después, el profesional declararía que este joven, a quien aseguró no conocer, directamente lo insultó y le apuntó con un revólver al pecho. Una vez que disparó, la víctima cruzó su brazo y la bala le impactó en el antebrazo derecho. Estando en el piso, el agresor le pegó otro tiro en la rodilla derecha y escapó.
Tras esto, algunos trabajadores de la finca se alertaron por los balazos y fueron al lugar para ver qué había sucedido. Allí vieron a su jefe herido y llamaron a la Policía.
Antes de que los efectivos llegaran, el médico ya había sido llevado al hospital donde trabaja por su cuñado, quien es propietario de una finca colindante.
Su vida nunca corrió peligro y en pocos días recibió el alta. Cuando estuvo en condiciones declaró y negó que el atacante le hubiera querido robar el teléfono celular, que fue la primera versión que trascendió.
Además, Nefa aseguró que no conoce al victimario y que no tiene problemas con nadie. Frente a esto, es todo un misterio para los pesquisas el móvil y quieren saber por qué el acusado ingresó a una propiedad privada y sin motivo disparó. No descartan que el objetivo haya sido robarle, pero ante esta situación de tensión se descontroló y gatilló.
Más allá de estas dudas, la Unidad Investigativa de Luján rápidamente había aportado la identidad de posibles sospechosos, ya conocidos en la zona. Uno de ellos fue Anduello, detenido una semana después en allanamientos realizados en casas de Agrelo. Este muchacho está sindicado como alguien conflictivo y con adicciones.