Un taxista de nacionalidad argentina fue detenido en Los Libertadores, Chile, luego de que ingresara de forma ilegal el vehículo que conducía y en el que viajaban tres ciudadanos venezolanos y cuatro conejos.
El conductor -C.A.B.P., de 35 años, de Buenos Aires- fue imputado por los delitos de contrabando y tráfico de personas, y deberá permanecer en el vecino país por tres meses, hasta que el caso sea juzgado, según informó el diario digital chileno Andesoline.
La detención se produjo el jueves pasado, cuando personal de Carabineros de la Subcomisaría Los Libertadores realizaba un control vehicular en el Camino Internacional Los Andes-Mendoza, en la zona de Guardia Vieja.
Allí detuvieron a un taxi, un vehículo Volkswagen, que momentos antes había cruzado la frontera y venía ingresando a territorio nacional. Cuando se le solicitó la documentación de auto y del controla migratorio, reconoció que no había hecho el trámite de aduana y que las tres personas que lo acompañaban en la parte trasera del taxi –ciudadanos venezolanos residentes en Uruguay- tampoco habían cumplido con este requisito.
Los uniformados también detuvieon a un auto de alquiler chileno que venía detrás y que trasportaba a dos venezolanos, familiares de los primeros. Este chofer dijo que lo habían contratado para llevar a los pasajeros desde el control fronterizo hacia el interior de Chile; en tanto que el taxista argentina confesó que lo habían contratado en Buenos Aires para trasladar a Chile a la familia y al otra personas y que le habían pagado 500 dólares.
Pero la mayor sorpresa que se llevaron los carabineros fue que la requisar el taxi encontraron en el baúl “dos cajas bananeras en cuyo interior eran trasladados cuatro conejos de raza grande vivos”, según informa el portal chileno. .
Los dueños del los animales se contradijeron ya que algunos dijeron que era mascotas y que los llevaban a un criadero y otros indicaron que eran para faenarlos y comerlos.
El capitán Tamburrino señaló que al ser consultados los pasajeros por estos animales señalaron que eran de ellos, “pero entraron en contradicciones al indicar que eran mascotas, que los traían a criaderos y otra versión que dieron es que eran para faenarlos y comerlos”.
Tras comprobar que los animales estaban en buen estado, se iniciaron los trámites para devolverlos a Argentina, siguiendo los protocolos y acuerdos internacionales existentes para el caso de contrabando de animales.