Un policía fue baleado por motochorros y, por temor a desmayarse, se esposó a su arma para que no se la robaran

El uniformado sufrió el robo de su chaleco antibalas y dos cargadores. Ocurrió en Córdoba.

Un policía fue baleado por motochorros y, por temor a desmayarse, se esposó a su arma para que no se la robaran
Guidetti, es sargento primero de la fuerza policial de Córdoba, y se dirigía hacia el Hospital Misericordia, donde realiza tareas adicionales. / Foto: Gentileza

El policía cordobés Marcos Luis Guidetti, de 37 años, vivió un violento asalto a manos de motochorros. El hecho ocurrió el miércoles por la mañana, minutos después de las 7, en la avenida Circunvalación de esa ciudad.

Guidetti es sargento primero de la fuerza policial de Córdoba y se dirigía hacia el Hospital Misericordia, donde realiza tareas adicionales. En un momento debió estacionar en la banquina por un desperfecto mecánico en su vehículo. Fue allí que los delincuentes armados lo asaltaron.

Los malvivientes fueron directamente a la parte trasera del auto Ford K y le quitaron el chaleco antibalas oficial y una mochila en la que el policía llevaba su celular y dos cargadores del arma, según detalla Cadena 3.

Y fueron por más: le exigieron a Guidetti que les entregara su pistola nueve milímetros reglamentaria. Fue entonces que el sargento primero se resistió y comenzó un tiroteo, allí mismo.

El policía cayó herido de un balazo que le ingresó por el muslo izquierdo, mientras los motochoros corrieron hacia la moto para escapar a toda velocidad.

Guidetti, que tiene hipoglucemia, pensó que se iba a desmayar. Se sentía descompensado y fue entonces que tomó su esposa para sujetar el arma a su muñeca. “Si me desmayo, van a volver a llevarse la pistola”, fue su pensamiento, según le contaría luego a sus colegas.

No llegó a perder el conocimiento, ya que escasos minutos después llegaron los primeros móviles y comenzó a ser asistido. Luego, lo trasladaron al Hospital de Urgencias, donde recibió las curaciones de rigor.

En el medio del traslado, el policía repitió que estaba seguro de haber herido a uno de los ladrones. Los describió como jóvenes, uno de remera naranja y el otro de remera negra. Y agregó el detalle de la moto, una 125.

Su idea de haber herido a uno de los delincuentes generó que los policías de Robos y Hurtos se movilizaran por los hospitales de la ciudad. Si está baleado en el estómago, en algún momento tiene que ir a un centro asistencial, fue el primer razonamiento. Pero con el correr de las horas no hubo novedades en ese sentido.

“O fue a alguno de los médicos clandestinos que suelen atender a estos delincuentes, o el policía sólo creyó haberlo herido en medio de la tensión de la situación”, agregó otro investigador policial.

Lo concreto es que hasta ahora, mientras Guidetti se recupera, continúa la búsqueda de los dos motochoros, quienes ahora tienen un chaleco policial y más proyectiles.

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