El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº5 de la Ciudad de Buenos Aires comenzará en marzo próximo el juicio contra Guillermo Germán Berjeli, el podólogo mendocino acusado de asesinar a su esposo chileno en 2020 con suero envenenado.
Según la investigación, Berjeli habría manipulado los sueros de su pareja, Roberto Alfonso Aquiles Guzmán Jaque, en al menos trece ocasiones durante su internación en el Sanatorio Anchorena, en el barrio porteño de Recoleta.
La fiscalía sostiene que Berjeli cometió el crimen con el objetivo de quedarse con una herencia valuada en más de 300.000 dólares. Los familiares detallaron que se trata de un fondo común de inversión con más de 100.000 dólares, dinero en cuentas bancarias y un departamento en Santiago de Chile valuado en 200.000 dólares. Además, habría cobrado un seguro de vida por 68.750 pesos tras la muerte de su esposo.
El acusado enfrentará cargos de homicidio cuádruplemente agravado por el vínculo, por alevosía, por el suministro de veneno y por codicia, delitos que contemplan la prisión perpetua como única pena, según el artículo 80 del Código Penal.
El juicio, que estará presidido por la jueza Cinthia Oberlander e integrado por Adrián Pérez Lance y Juan Manuel Grangeat, se desarrollará en ocho audiencias programadas para los días 17 y 19 de marzo, 7 y 9 de abril y 5, 7, 26 y 28 de mayo.
Berjeli, actualmente detenido en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, estuvo prófugo durante dos meses antes de ser arrestado en Mendoza por la División Homicidios de la Policía de Ciudad.
LOS DETALLES DEL CASO
Berjeli y Guzmán Jaque contrajeron matrimonio el 16 de septiembre de 2019 y vivían juntos en Villa Crespo. En diciembre de ese año, Guzmán Jaque sufrió una descompensación y fue internado con síntomas graves por insuficiencia renal. Además, se acreditó que, si bien la víctima era portador del VIH, se encontraba bajo control y poseía una carga viral indetectable.
El 12 de enero de 2020, tras 27 días en terapia intensiva, Guzmán Jaque falleció. La autopsia no fue realizada, ya que el cuerpo fue cremado 48 horas después del deceso, a pedido del acusado.
Las cámaras de seguridad y los testimonios de enfermeras y médicos fueron claves para la acusación ya que se comprobó que el podólogo manipuló o intercambió trece veces durante diez días los sueros de su esposo por bolsas que traía en una mochila.
El fiscal Pablo Recchini planteó en el requerimiento de juicio que el móvil del crimen fue económico, al afirmar que Berjeli mató a su esposo “con la finalidad de cobrar su seguro de vida, por el que efectivamente percibió la suma de 68.750 pesos el 2 de abril de 2020 en su cuenta bancaria; y, a su vez, con el objeto de heredar los bienes que aquél poseía en Chile”.
La fiscalía aclaró que “si bien logró su cometido de dar muerte al nombrado, el imputado no logró que los bienes en Chile pasaran a su propiedad, en virtud de que la legislación de aquel país no lo permitía”.
Recchini afirmó que “la prueba que se produjo demuestra, categóricamente, que Berjeli manipuló los baxter y las válvulas de dichos sueros del Sanatorio Anchorena, sin que la defensa haya podido explicar por qué el imputado desplegó dichas maniobras, obteniendo como resultado de dicho accionar la muerte de Guzmán”.