El crimen de Vicente Aldo Totola (69) durante un robo en Guaymallén pasó nueve meses sin sospechosos y con pocas certezas, y ahora en menos de tres meses se resolvió la causa. El autor material del hecho confesó y pactó una pena de 20 años de cárcel.
Carlos Gastón Fabián Guajardo (20) estaba imputado por homicidio criminis causa-matar para ocultar otro delito- y podía llegar a recibir una condena de prisión perpetua, sin embargo, un cambio de calificación lo sacó de la sentencia más grave que prevé el Código Penal.
El fiscal a cargo de la investigación, Gustavo Pirrello, consideró que la acusación debía ser por homicidio en ocasión de robo, con un mínimo de 10 años de encierro y un máximo de 25. Frente a esto y complicado por las pruebas en su contra, el joven y su defensa pidieron un juicio abreviado para admitir su responsabilidad y acordar una pena.
El arreglo con la fiscalía se concretó este lunes por la tarde y fue avalado por la jueza Mariana Gardey.
Asesinado a golpes por una moto
Vicente fue atacado el 25 de diciembre pasado en su casa de calle Patricias Mendocinas al 1.400. El hombre, tras recibir una golpiza murió un día después en el hospital. Su agresor arremetió contra él para llevarse una motocicleta que estaba en el complejo donde ocurrió el crimen, aunque esto se sabría con el avance de la pesquisa.
La primera versión sobre lo sucedido la aportó una mujer que declaró como testigo, ya que vivía en el mismo terreno que el fallecido pero en otra vivienda. Esta persona se acercó a lo de Totola en la noche y lo encontró tirado en el piso y malherido. A la Justicia no le aportó mucho más que esto y en principio todo parecía un accidente doméstico.
Posteriormente la situación cambió cuando la autopsia determinó que la víctima había tenido una muerte violenta. El caso se empezó a trabajar como un asesinato, sin sospechosos hasta ese momento.
Promediando este año la testigo modificó su declaración y sostuvo que antes no dijo la verdad por temor. Explicó que escuchó los gritos de otra mujer, quien también vivía allí y que nombraba insistentemente a quien sería el delincuente. Esto no pudo ser corroborado porque la otra señora falleció, pero la nueva versión les alcanzaba a los investigadores para identificar a un sujeto conocido en la zona.
Más cerraba la nueva hipótesis porque la testigo agregó que ella misma encontró la moto abandonada en la esquina. Decidió agarrarla e ingresarla al domicilio, sin decirle nada a la Policía.
Con un joven ya sindicado como el acusado, arrancó una larga búsqueda que terminó el 22 de septiembre pasado en Potrerillos. En una obra en construcción en El Salto fue detenido Guajardo, puesto a disposición de las autoridades.
Este muchacho estaba trabajando y al observar a los efectivos intentó escapar, sin embargo, lo arrestaron rápidamente.