Ari Soares de Oliveira, un reconocido jockey y cuidador de caballos, fue denunciado en la Justicia de La Pampa por el cruel asesinato de un caballo que estaba bajo su cuidado. La víctima, “Festín Texano”, era un pura sangre que había ganado una carrera en Palermo el pasado diciembre.
Los propietarios del stud descubrieron el crimen al revisar las imágenes de las cámaras de seguridad. En las grabaciones se aprecia claramente cómo el hombre llega y procede a inyectar al caballo en el cuello. Luego, saca su teléfono celular, envía mensajes y toma fotografías del caballo.
En cuestión de minutos, el estado del animal comienza a empeorar y en ese momento, de Oliveira se aproxima y retira la silla que cubre al caballo. Después de un prolongado sufrimiento, el caballo fallece y el jockey comienza a tomar fotografías y a hablar por teléfono.
Además, las cámaras captaron el momento en que el hombre ocultó la jeringa y trató de borrar las evidencias limpiando y ordenando el corral.
Con estas imágenes contundentes, los propietarios del caballo presentaron una denuncia contra el cuidador, quien fue imputado por maltrato animal y daños. Este jueves, fue convocado para rendir declaración ante el fiscal, en donde De Oliveira se negó a hacer comentarios y simplemente escuchó las acusaciones en su contra.
“El caballo iba a cumplir 3 años recién ahora, tuvo pocas carreras y ganó la importante de Palermo el año pasado” contó Belén, hija del dueño de “Festín Texano”. Y además añadió “no tenemos problemas con nadie, nunca hubo nada, no sabemos por qué hizo eso, no hay forma de justificarlo”.
De acuerdo con la pesquisa, se sospecha que de Oliveira habría inyectado magnesio al animal, una sustancia utilizada en la eutanasia que puede paralizar el corazón de los caballos en cuestión de minutos.
“Él niega haberlo inyectado, aún teniendo las cámaras y los videos lo sigue negando”, aseguró Belén y aclaró “ahora la Justicia le dio una restricción de acercamiento para el campo y para nosotros”.
La joven también mencionó que desconocen qué motivó al hombre a llevar a cabo este ataque, pero con el transcurso de los días, han comenzado a desconfiar de ciertas actitudes. “En el mismo campo había otro productor que tenía caballos y compartimos el stud, después del crimen de “Festín Texano” este hombre mudó sus caballos a otro campo y se llevó a de Olivera a trabajar con él”, contó sorprendida.