Uno de los amigos de Fernando Báez Sosa aseguró este miércoles que vio cuando el rugbier Máximo Thomsen, uno de los ocho imputados por el crimen del joven, atacó al estudiante de abogacía de una patada “con odio, con brutalidad y con intención de matar”.
En el inicio de su declaración ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Dolores, Luciano Bonamaison aseguró que se trató de “una especie de emboscada”, que los agresores “eran siete u ocho” y que afuera del boliche Le Brique “buscaban directamente a Fernando”.
Según informó Télam, a partir de la lectura de una declaración suya durante la instrucción, el joven señaló que uno de los agresores “de rodete”, arengaba diciendo “negro de mierda”.
Ante una serie de preguntas del defensor Hugo Tomei, el abogado de los padres de la víctima, Fernando Burlando, dijo que el tono empleado era “una barbaridad” y que estaba “amenazando” al testigo, por lo que la presidenta del tribunal, María Claudia Castro, pidió al letrado que “modere el interrogatorio”.
Luego declaró Juan Manuel Pereyra Rozas, otro de los amigos que veraneaba con la víctima y quien dijo que no podía precisar quiénes atacaron a Fernando, pero sí identificó a Luciano Pertossi (21) como el imputado que lo golpeó a él mismo y a otro amigo, Tomás D’Alessandro, dentro del boliche, y que lo “incitaba a pelear”.
Además, dijo que él también fue agredido afuera de “Le Brique”, “desde atrás”, sin poder ver quién lo había golpeado.
Mientras, otro amigo de ellos, Franco Cervera, dijo que no vio quién le pegó a Fernando, aunque identificó al acusado Ayrton Viollaz (23) entre los agresores y como quien “arengaba” al resto.
Tras cerrar la ronda de testimonios de amigos se sentó ante el TOC 1 el jefe de seguridad del boliche, Alejandro “Chiqui” Muñoz, quien aseguró que uno de los imputados que utilizaba “rodete” -en referencia presuntamente a Matías Benicelli (23)- fue quien pateó “en la cabeza” a Fernando y que desde ese momento “no se levantó nunca más”, pese a lo cual otros agresores “le siguieron pegando”.
“Se turnaban para pegarle”, describió el testigo y señaló: “Nunca vi nada igual, era saña”. Más tarde declararon otros dos empleados de seguridad, uno de los cuales, Maximiliano Ávila, aseguró que sacó a Fernando del boliche luego de que el joven golpeó en la panza a otro a quien él no pudo identificar, cayó al suelo y lo arrastró a él en la caída.