Un niño de 10 años murió en Tucumán tras recibir un disparo en la cabeza mientras se dirigía a la casa de un amigo. El hecho ocurrió este lunes por la mañana en el barrio 130 Viviendas, y hasta el momento, hay dos sospechosos detenidos.
Según testigos, el niño salió de su casa para visitar a un amigo que vivía en la misma zona. Durante el trayecto, los vecinos escucharon dos disparos y, al salir a la calle, encontraron al menor tendido en el asfalto con una herida de bala en la cabeza. Fue trasladado de urgencia al Hospital Avellaneda, donde le realizaron una tomografía y lo intubaron por la gravedad de sus heridas.
Luego menor fue derivado al Hospital del Niño Jesús, donde los médicos informaron que presentaba muerte cerebral y pérdida de masa encefálica. A las pocas horas, el niño sufrió dos paros cardíacos que le provocaron la muerte.
Las autoridades realizaron pericias en el lugar y encontraron elementos que serán analizados para determinar con mayor precisión lo ocurrido. El comisario general Eduardo Luna, jefe de la Unidad Regional Capital (URC), confirmó: “Si bien no sabemos exactamente las circunstancias en las que sucedieron los hechos, ya que es materia de investigación, tenemos demorados a dos personas mayores de edad”.
Al principio se manejaba la hipótesis de un ataque a quemarropa, pero más tarde las autoridades comenzaron a investigar la posibilidad de que el disparo fuera resultado de una “mala manipulación de un arma”.
La causa está siendo investigada por la Unidad Fiscal de Homicidios N°1, a cargo del fiscal Pedro Gallo, con la colaboración del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público Fiscal de Tucumán.