El Grupo Especial de Seguridad (GES) de la Policía de Mendoza, un equipo táctico capacitado en forma física, intelectual y operativa para actuar en situaciones de altísimo riesgo, incorporó recientemente tres perros de raza Pastor Belga Malinois que están siendo entrenados para estos casos puntuales.
“Kratos”, “Ragnar” y “Floky” integran, junto a sus guías, la sección K-9 y para su adecuada intervención los canes son entrenados rigurosamente desde hace más de un año en la Base Cóndor, ex aeroparque El Challao, donde el GES y otras divisiones policiales tienen su asiento.
Un total de 25 personas integran el equipo que presta servicios en toda la provincia para enfrentar situaciones extremas, tales como toma de rehenes, sujetos parapetados o delincuentes que se niegan a entregarse a la Policía, además de allanamientos de rápida acción y de alta peligrosidad ante presuntos ataques armados.
También trabajan en custodias especiales y de bajo perfil, traslado de delincuentes y actualmente tomaron como hipótesis de intervención a los tiradores activos, es decir, sujetos que ingresan a establecimientos como escuelas, centros de compras o cines con el objetivo de perpetrar asesinatos. Para cumplir con este último desafío se entrenaron cuatro miembros que deben actuar con inmediatez y priorizando neutralizar al atacante para luego atender heridos.
El comisario Jorge Díaz, a cargo del GES, dijo a Los Andes que en la provincia la intervención táctica de perros para la reducción de sujetos con armas -o como elemento intermedio para el uso de la fuerza, es decir, la negociación- es toda una novedad.
“Tenemos muchísimas expectativas porque ya han demostrado su eficacia en un procedimiento”, dijo el uniformado para hablar de la importancia de los canes para anteceder el uso de la fuerza.
Se trata de una raza específica y altamente eficiente para este tipo de tarea. Los mismos perros utilizan las policías de la Ciudad de Buenos Aires, la de la provincia de Buenos Aires y la Federal. Tropas de élite de otros países, como la del BOPE en Brasil, también emplean pastores belga malinois para estas tareas.
“Llevamos más de un año en el proceso de entrenamiento con gran resultado. Buenos Aires es pionera y la garantía que ofrecen estos animales fue lo que nos ha llevado a dar el paso en Mendoza”, amplió Díaz.
El comisario agregó que se trata de perros amigables, aunque entrenados para atacar y reducir delincuentes. Tienen una gran obediencia a partir de señas y sonido de voz. Atacan de tal forma que neutralizan al individuo e, inmediatamente, el equipo táctico actúa para liberar al perro de esa tensión.
“Los canes viven con nosotros y reciben una alimentación especial y el adecuado control veterinario, así como también recreos, juegos y premios. Si bien entrenan por la tarde, ellos están en el predio casi todo el día con el objetivo de habituarse a los movimientos y los sonidos de los tiros”, sostuvo.
El oficial principal Cristian Pacchioni, encargado de la sección K-9 y operador táctico con más de 20 años de experiencia en el tema, dijo que esta raza de perros es sociable y con una obediencia muy avanzada.
“Sin necesidad de levantar la voz, aunque con firmeza, el perro obedece porque está debidamente adiestrado, de manera que a la hora de actuar es un operador más. El vínculo con sus guías es muy fuerte”, destacó.
Exigencia física e intelectual
Los miembros del GES colaboran con las direcciones de Investigaciones y Narcocriminalidad. Los allanamientos suelen llevarse a cabo con un total de 6 a 12 efectivos, dependiendo los casos.
El trabajo requiere un estado físico adecuado y para eso el entrenamiento es diario y riguroso: gimnasio, boxeo, técnica, tiro de combate, combate en cuarto cerrado y rappel. El peso que lleva encima un policía del GES supera los 25 kilogramos.
“Es una tarea de vocación, por eso, además, intentamos mejorar día a día. Contamos con una vivienda simulada donde trabajamos de manera cotidiana, incluso con personal que filma para revertir los errores que puedan surgir”, explicó el jefe del GES.
El curso básico de ingreso contempla casi 4 meses y es intensivo, físico, intelectual y técnico: sólo un 5% de los postulantes logra finalizarlo.
Existen distintas especialidades, como francotiradores y brecheros, entre otras. Estos últimos son los encargados de hacer aperturas de puertas y trabajar con explosivos.
Mendoza capacita a otras provincias y a la vez recibe perfeccionamiento de afuera, no sólo del país sino del exterior. Díaz llevó a cabo capacitaciones en Miami y en Israel, donde cumplió un curso de terrorismo.
“Tratamos de volcar en Mendoza lo máximo posible dentro de las posibilidades”, dijo, para finalizar enumerando el importante equipamiento con el que cuenta la división: chalecos antibalas, fusiles, pistolas, pistolas eléctricas, ametralladoras, protección visual y auditiva, cascos y pasamontañas para proteger la identidad.
Para finalizar, el comisario Díaz destacó que en la mayoría de las intervenciones no suelen utilizarse armas. “La velocidad y la sorpresa nos favorece a la hora de llegar al lugar del hecho. La gimnasia y el entrenamiento que tenemos para reducir personas a veces alcanza e incluso no es necesario el disparo”, reiteró.