En menos de un año ocurrieron tres crímenes diferentes que, por capricho del azar y a pesar de estar distanciados en el tiempo, quedaron bajo la instrucción del mismo fiscal. Para sumarle aún más casualidad, en dos de ellos aparece el mismo acusado y los tres fueron cometidos con la misma pistola.
Esta semana, la Fiscalía de Homicidios solicitó que se le dictara la prisión preventiva a Lucas Segovia Contreras (22), señalado como uno de los asesinos de Matías Miralles (33), luego de recabar pruebas consideradas más que suficientes contra él. Sin embargo, la Justicia decidió pasar a cuarto intermedio después de escuchar a la defensa del acusado, que buscó a toda costa despegarlo del homicidio ocurrido en la Cuarta Sección de Ciudad. El año pasado había sido imputado por tentativa de homicidio y quedó libre.
Miralles fue asesinado en su departamento de la calle Montecaseros durante la siesta del pasado 9 de junio. Hasta allí llegó una moto de baja cilindrada, sin patente y con dos sujetos vestidos de repartidores con una mochila de la empresa Pedidos Ya. Dispararon tres tiros certeros al presunto “arbolito” y huyeron a toda velocidad a plena luz del día, con varios vecinos como testigos.
Tras el asesinato de Miralles, los atacantes no tuvieron en cuenta que las vainas servidas de la pistola 9 mm que usaron quedarían en la escena del crimen. Esos casquillos, sumados a los testimonios y a las cámaras de seguridad, ayudaron a que la investigación encabezada por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello avanzara y que las pericias señalaran que uno de los hombres que había acribillado al prestamista era Segovia Contreras.
La misma arma en tres hechos diferentes
Pero no se trataba de nada nuevo para los investigadores. Segovia Contreras ya había sido imputado el año pasado por el fiscal Pirrello por tentativa de homicidio en una investigación por el asesinato de Tomás Patón. Se trata de un crimen ocurrido el 10 de abril de 2021, cuando se enfrentaron a los tiros hinchas de Huracán Las Heras en las inmediaciones del estadio General San Martín.
Patón fue asesinado de un disparo en un ojo con la misma arma con que habían ultimado a Miralles. Y esa misma pistola después fue la protagonista en otro tiroteo también llevado a cabo en la cancha de Huracán Las Heras. Allí resultó herido el DT de Ferrocarril Oeste, un equipo de la ciudad pampeana de General Pico que jugaba de visitante el 31 de octubre del año pasado.
Cuando los sabuesos hicieron los últimos allanamientos en el barrio Amigorena, donde vive Segovia Contreras, encontraron la moto de baja cilindrada sin patente que aparecía en las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Cuarta Sección. Además, estaba la mochila de Pedidos Ya que los pistoleros habrían usado para despistar.
La coartada del detenido
Sin embargo, como todo se trata de pericias balísticas y casquillos que delatan puntualmente a esa pistola, la realidad es que el arma no está en manos de los sabuesos y fue por ello que, cuando Segovia Contreras declaró previo a la audiencia para su prisión preventiva, confesó que él tiró esa pistola a un zanjón después de lo que sucedió con Patón. Aseguró no saber quién la pudo haber encontrado para usarla en los otros dos delitos.
Respecto a la mochila de Pedidos Ya, el detenido confesó que era de un primo. Citado a declarar, el pariente aseguró que no figura como empleado de esa firma porque le alquilaba la cuenta y el usuario a una chica pero, como después lo asaltaron y le robaron el teléfono celular, decidió no continuar con ese trabajo.
Finalmente, Segovia Contreras aseguró ante la jueza Natacha Cabeza que él no tiene moto. Mientras que otra de las pistas que siguieron los detectives y que acorrala al detenido fue un análisis en su perfil de Facebook, donde se lo ve a bordo de la moto Bajaj Rouser, la misma que aparece en las filmaciones de las cámaras de seguridad ubicadas afuera del complejo donde ultimaron a Miralles.